Normalmente al pensar en cooperación y agua, el enfoque se dirige al conjunto de acciones WASH, siglas en inglés de agua, sanidad e higiene. Acciones humanitarias que hacen frente a situaciones derivadas de acontecimientos como catástrofes naturales o bien a desplazamientos de población o refugiados, fruto de tensiones políticas. Circunstancias en las que es imprescindible asegurar el abastecimiento de agua potable, el acceso al saneamiento respetando unas normas mínimas y la educación en salud e higiene para impulsar prácticas adecuadas. Pero las acciones de cooperación internacional que se generan ante estos acontecimientos tan mediáticos, relegan otras realidades que no se producen de manera impactante, pero que también se están produciendo.