Diario de México

martes 15 de abril de 2008

El trabajo multidisciplinario de científicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ofrece las bases tecnológicas y metodológicas para aplicar, a escala piloto, alternativas de abastecimiento de agua, así como de recuperación de más de 20 metros cúbicos por segundo (m3/s) de líquido en la ciudad de México, entre otras propuestas para preservar un recurso limitado y vital para la vida.

Profesores-investigadores de las unidades Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco desarrollan opciones viables para abatir fugas, incrementar tanto la recarga natural del acuífero por cosecha de agua en la parte alta del Ajusco como la artificial, mediante el tratamiento avanzado de los volúmenes residuales, y ahorrar el preciado bien a través de un sistema tarifario diferencial.

Las tecnologías y metodologías propuestas por los especialistas universitarios permitirían recobrar más de 20 m3/s de agua, cantidad suficiente para cubrir el déficit actual en la demanda de consumo en la capital e inyectar el recurso al acuífero -de manera natural o artificial- en beneficio del manto acuífero.

También sería posible tratar 10 m3/s de agua residual hasta un nivel de potabilización e inyectarla al acuífero, revirtiendo el proceso de sobreexplotación y, en consecuencia, el hundimiento de la ciudad de México.

La extracción excesiva del agua del subsuelo de la capital mexicana ha ocasionado la caída en los niveles del acuífero del Valle de México, provocando el hundimiento en diversos puntos.

La instalación de un sistema de control de presión y flujo en la red de agua potable de la ciudad haría posible la detección de fugas, la reducción de pérdidas y la recuperación de 6 m3/s.

El manejo apropiado de cuencas detendría el escurrimiento del Corredor Biológico Chichinautizin -localizado en la parte central del país; comprende algunos picos más altos, como el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl- y aumentaría la recarga natural hasta en 4.4 m3/s.

El uso eficiente del agua doméstica e industrial por la vía de un sistema tarifario nuevo que cobrase "fuertemente" por el agua usada más allá del uso de confort (180 litros por habitante al día) significaría un ahorro cercano a 0.75 m3/s. La aplicación de una tarifa de uso industrial del agua propiciaría prácticas de tratamiento y reuso para ahorrar otros 0.35 m3/s.

Si este catálogo de medidas se pusiera en operación, un balance nuevo de agua daría una recarga neta del acuífero y se abatirían las importaciones del recurso.