Fuente: SDP Noticias

Al menos 600 mil personas de alrededor de 307 poblaciones en Chihuahua están sufriendo los estragos de la severa sequía.

No tienen agua ni para lo más elemental. Desde hace 14 meses los manantiales, arroyos, pozos y aguajes se han vuelto zonas áridas.

Un caso que resalta el diario La Jornada es el de Rosalinda, una indígena de la comunidad de Pito Real quien es madre de cuatro hijos, y desde hace un mes tiene que caminar dos horas para llevar un poco de agua para beber y cocinar.

Debido a que el arroyo y el aguaje se secaron, puede ni lavar ropa, por lo que acudió a las instalaciones de la Coordinadora de la Tarahumara en la comunidad de Creel, municipio de Bocoyna, a recoger un bulto de ropa usada.

Pero este es sólo un caso de la realidad dramática que se vive en el estado norteño, donde van ya 14 meses sin lluvias.

Raúl Javalera, director de la Junta Central de Agua y Saneamiento del estado, informó que 600 mil personas carecen de agua por lo que requieren que se les lleve el líquido a través de pipas.

No obstante, “el problema está creciendo en forma exponencial, a diario se suman poblados con la solicitud de que les enviemos agua”, lamentó.

El gobierno de Chihuahua ha dicho que para atender la emergencia, se requieren recursos extraordinarios por mil 500 millones de pesos, hasta ahora, el Fondo Nacional de Desastres Naturales únicamente ha liberado 238 millones y una cantidad similar la aporta el estado.

Entre las localidades afectadas están Rocheachi, poblado del municipio de Guachochi, en el corazón de la sierra Tarahumara, Chínipas, Témoris, Batopilas, Uruachi y Guadalupe y Calvo, así como otras comunidades grandes de la serranía, padecen también la sequía, mientras que en San Rafael, municipio de Urique, la falta del vital líquido ya genera conflictos comunitarios, debido a que algunas familias tienen sus propios aguajes, protegidos por un registro y bajo llave, y no comparten el agua con los vecinos.