Pasan ríos ahora a sequía

21 noviembre 2007

Villahermosa,  México (21 de noviembre de 2007).- En menos de una semana, los ríos Samaria y Carrizal, que junto con el Grijalva, inundaron la planicie tabasqueña, ahora han disminuido su caudal a niveles que corresponden a la época de sequía y que exhiben el azolvamiento de sedimentos, productos de la deforestación

Ello debido al "taponamiento" generado por el derrumbe de un cerro en las presas Malpaso y Peñitas, suscitado en el municipio de Ostuacán, el pasado día 4, que ha dejado más de 20 víctimas y obligado a las autoridades a evacuar poblados.

Con ese cierre de presas, paradójicamente, el Samaria que desbordó, al recibir el 70 por ciento de la de los 2 mil litros por segundo de agua de Peñitas, entre el 29 y el 30 de octubre, como una medida emergente de la CFE para descargar las "lluvias extremas", ahora tiene "playones" y en algunos y tramos se puede atravesar a pie.

La Comisión Nacional del Agua informo que el Carrizal se ubicó ayer a 5.80 metros por debajo de su escala crítica, cuando con la creciente estuvo 2.53 metros arriba. Mientras que el Samaria, registró 3.27 menos de su nivel máximo, contra 1.87 con el que llegó a desbordar.

"Estos son los niveles que alcanzan los ríos cuando es epoca de estiaje o de seca, en el mes de mayo", reconoció Gilberto Segovia, vocero de la Gerencia Estatal de la Conagua.

Una fotografía aérea muestra el nivel de azolvamiento que hay entre ambos extremos del cauce, de más de cientos de metros, y ello ha preocupado a las autoridades estatales ambientales.

"Ahora que han bajado los niveles del río Mezcalapa, que proviene de la presa e irriga el Samaria, está quedando la evidencia del grado de azolvamiento que hay por el acarreo de sedimentos que proviene los mismos suelos deforestados de las sierras de Chiapas y Tabasco", comentó a REFORMA Ramiro Berrón Lara, subsecretario de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable.

El funcionario advirtió que de este grado de azolvamiento existe el riesgo de que el Samaria, principalmente, las corriente que recibe tengan más velocidad y menos capacidad de recarga del recurso acuífero, como riesgo de mortandad de peces.

Aclaró que el acumulamiento de sedimentos no es producto de la inundación ni del cierre de las presas, sino que provienen de la erosión que han sufrido los suelos como producto de la deforestación que a su vez, provoca una menos protección de los cauces ante los escurrimientos de las lluvias.

Por: Carlos Marí

Fuente: Reforma

Sitio web: http://www.reforma.com/estados/articulo/415/829668/

 

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