Persisten lirio y contaminación en Presa de Valsequillo
22 febrero 201222 de febrero de 2012
Fuente: Puebla On line
Nota deBlanca Estela Leyva
El acelerado crecimiento del lirio acuático, producto de la contaminación, ocupa prácticamente la mitad de la Presa de Valsequillo.
De hecho al observar esa parte del espejo cubierta, parece pasto, tierra, pero no, es la vegetación acuática que se ubica justamente en donde ingresan las aguas de los dos caudales que alimentan a la presa, los Ríos Atoyac y Alseseca.
“El lirio acuático comienza a surgir, cuando comenzamos a meterle nutrientes de las descargas que vienen de aguas arriba”, dice Manuel Bertistain, Director General de CONAGUA, y agrega que: “en la medida en que vamos metiendo nutrientes como son fosfatos, nitratos, nitritos, se estimula el crecimiento del lirio acuático”.
Por su parte, el biólogo Ernesto Mangas, estudioso de la Presa de Valsequillo, explica que el lirio surge como un síntoma, “imaginemos que el lirio es algo así como la fiebre que tiene una persona, por una infección estomacal; la infección en este caso es la contaminación orgánica”.
El lirio acuático es una planta flotante que crece rápidamente y disminuye el oxigeno del agua. Cuando muere se acumula en el fondo formando sedimentos y una capa de profundidad de varios metros. Sin embargo, aunque es producto de la contaminación, tiene grandes ventajas, como eliminar el 85 por ciento de los contaminantes que ingresan a la laguna.
Funciona como biofiltro y provee a la propia laguna y sus inmediaciones un servicio ecológico enorme.
Mientras los ríos Atoyac y Alseseca muestran altos niveles de grasas, aceites, solidos sedimentados y bacterias fecales, así como altas concentraciones de metales; la presa tiene valores muy bajos de todos estos contaminantes.
Así que el agua que ingresa a la presa, no es la misma tras permanecer cerca de 100 días retenida, mientras recorre 17 kilómetros hasta salir por la cortina que la conducirá a los campos de riego.
Hay una zona completamente libre de lirio, otra más deja ver varios montones de vegetación. Son las plantas que lograron escapar al contenedor del 500 metros de largo, ubicado junto a la panga. Sin embargo no se expanden, mueren pronto, porque lejos de las descargas el agua ya no está tan contaminada.
De cualquier forma, los parámetros internacionales señalan que las presas no deben tener más allá de un 25 por ciento de planta invasiva. Y aquí eso se rebasa al 100 por ciento.