Pico Azul-La Escalera, el decreto de protección ambiental que opacó la Loma de Santa María

03 agosto 2017

1 de agosto de 2017
Fuente: Revolución 3.0
Nota: Cesar Vázquez

Para los ambientalistas es conocido que la principal zona de abastecimiento de agua potable para Morelia, es la sierra ubicada al sur de la ciudad. Aunque existen otros escurrimientos como el Punhuato, el Quinceo, el Cerro de Las Tetillas y el Cerro del Águila, estos se localizan más cerca del Lago de Cuitzeo, por eso una gran parte de los caudales que generan derivan hacia ese vaso.

Foto: tomada de Revolución 3.0

La zona sur se ubica en la región del viejo acueducto de Morelia, la que se conoce como la Cañada de los Filtros Viejos, pero su origen se pierde entre la sierra de Tzitzio, Madero, Charo y Acuitzio; su caudal en tiempo de lluvias llega a alcanzar hasta 7 metros cúbicos por segundo, genera tanta agua que en ocasiones inunda varias colonias morelianas cercanas al denominado Río Chiquito.

En esta zona también se cosecha el agua que alimenta la presa de Cointzio, filtra líquido a manantiales como La Mintzita, o de comunidades como San Miguel y Jesús Del Monte, Las Cascadas de Ichaqueo, las granjas piscícolas de Atécuaro y el lago de Santiago Undameo.

Pero sobre todo, es la principal zona de infiltración de agua para el acuífero Morelia-Queréndaro, hoy se encuentra en jaque debido a la deforestación y a la urbanización.

Este dato nunca quedó tan manifiesto tal vez como en el 2010, cuando en una acción de prevención desesperada se anunció el derribo de la extinta Torre del IMMS, que se localizaba sobre la Avenida Nocupétaro, y que comenzó a ladearse porque el exceso de extracción de agua de pozos profundos generó una resequedad en el subsuelo, la pesada torre comenzaba a hundirse cerca de la falla geológica que atraviesa desde fraccionamiento Manantiales, La Colina, Nocupétaro y que se pierde por debajo de la vieja Central Camionera.

Era viable proteger la zona de recarga del acuífero, por eso se realizó el estudio técnico justificativo y todo lo necesario, pareciera que el Gobierno lo entendió así…

Actualmente Pico Azul-La Escalera es la segunda Área Natural Protegida (ANP) más grande preservada por el Gobierno Estatal, su polígono se extiende sobre 22 mil hectáreas; su declaración fue de facto, pero nunca se hizo un evento público ni se informó a la población sobre este hecho, no había ánimos para presumirlo.

El decreto se publicó el 23 de agosto del año 2011, en uno de los peores momentos mediáticos en el tema ambiental para el gobierno que encabezaba el maestro Leonel Godoy Rangel, porque unos meses antes, el 31 de diciembre del 2009, el último día de ese año, había publicado otro decreto, el que modificó el polígono original de la Loma de Santa María, y donde la reserva protegida se reducía de 232 a sólo 166 hectáreas, las 66 restantes quedaron desprotegidas para permitir la construcción de la carretera que están en proceso y que atraviesa la otrora ANP, convertida por medio ese nuevo decreto en una Zona Protegida Sujeta a Restauración.

Esta acción en los hechos se hizo a hurtadillas, porque tampoco se anunció la abrogación del decreto original, salió a la luz pública gracias a la colaboración entre académicos de la UNAM, Campus Morelia, e investigaciones periodísticas que se dieron a conocer en el 2010. Un mes después, el 8 de febrero del 2010, ocurrió la tragedia de Angangueo y Tuxpan, donde fallecieron 39 personas debido a los derrumbes de los cerros.

El decreto de protección Pico Azul-La Escalera casi estaba listo, se antojaba como una moneda de cambio, “estamos protegiendo más de 22 mil hectáreas, y se quejan porque se destinaron 66 hectáreas para una carretera”, diría una funcionaria que laboraba con la entonces titular de la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente (SUMA), Catalina Rosas Monge.

Pero estas aseveraciones no se hicieron públicas nunca, la figura de una administración ambientalista estaba por los suelos, por ello el decreto de protección de la zona de recarga más importante para Morelia pasó de noche.

Quedará el imaginativo si la protección de esa superficie fue motivada por su importancia ambiental, que la tiene, o porque la administración estatal de ese momento buscaban una oportunidad para que la sociedad no la recordara como la que abrogó el primer documento histórico de Zona Protectora Forestal Vedada, de la cuenca hidrográfica del Río Chiquito de Morelia, Michoacán, decretado por quien también en esa época fue gobernador de Michoacán, el general Lázaro Cárdenas del Río, el 8 de septiembre de 1936.

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