“Proteger el oasis de Bidi es también una forma de evitar el yihadismo”

19 enero 2015

Así habla Ilias Sawadogo, coordinador de África del Parlamento Mundial de la Juventud por el Agua (World Youth Parliament for Water) y uno de los participantes de la Conferencia Anual de ONU-Agua de Zaragoza. Este africano de Burkina Faso es también uno de los impulsores de Young’s Water Solutions, una iniciativa para implicar a los jóvenes en cuestiones del agua a través de microcréditos.

“Young’s Water Solutions busca el desarrollo de proyectos gestionados por jóvenes para mejorar el acceso al agua potable por todo el mundo a través de microcréditos que van de 100 a 10.000 euros. Tenemos el apoyo de GoodPlanet Belgica y la Agence de l’Eau Artois-Picardie de Francia, pero necesitamos más fondos para financiar proyectos”. Como cuenta Sawadogo, uno de los proyectos que se quieren impulsar de esta forma es el lanzado para proteger el oasis de Bidi en la parte del Sahel de Burkina Faso.

Estos jóvenes piensan que el oasis puede llegar a convertirse incluso en una atracción turística y generar riqueza para que la población salga de la pobreza

Este un oasis muy importante para la comunidad de Bidi. Sin embargo, está seriamente amenazado por diversos factores. Por un lado, está la desertificación y el avance del desierto. Y por otro, la presión humana, pues todo el mundo de la zona va a coger agua de ahí y se usa también mucho para el ganado. “Visto el ritmo de degradación, si no se hace nada el oasis desaparecerá”, sentencia el joven africano, que también incide en el problema del acarreo del agua del oasis. “Son muchas las niñas y mujeres que tienen que andar kilómetros para abastecer a su comunidad en lugar de ir al colegio u ocuparse de la gobernanza local”.

Para evitar que siga adelante la degradación del oasis de Bidi, se ha lanzado un proyecto a través del sistema de microcréditos de Young’s Water Solutions. “El primer objetivo es construir alrededor una muralla verde que lo proteja de la arena. Consiste en plantar árboles no leñosos, como karités o baobabs, que además de estar adaptados a esta región del Sahel también producen frutos que pueden ser comercializados y resultan muy rentables. Con esto se protege el oasis, pero también se crean oportunidades para las mujeres y jóvenes”, explica Sawadogo.

“El segundo objetivo es solucionar la falta de control sobre el uso del oasis. Para ello queremos aumentar los conocimientos y capacidades de la población en torno a una gestión integral del uso del agua. Ahora no saben que sus acciones tienen consecuencias para la supervivencia del oasis. Hace falta formación, pero también vigilantes que controlen el oasis, una especie de policía del agua formada por jóvenes que puedan avisar a la autoridad competente si constatan malos usos en el oasis”, detalla. “Por último, sería conveniente instalar abrevaderos para mantener al ganado lejos del agua y a la vez acercar ésta a la comunidad a través de un sistema de distribución que evite que tengan que desplazarse hasta el oasis mujeres y niñas”.

Estos jóvenes piensan que el oasis puede llegar a convertirse incluso en una atracción turística y generar riqueza para que la población salga de la pobreza. “Esto también tiene que ver con el integrismo, en el Sahel es fácil arrastrar a jóvenes que ahora viven en la extrema pobreza y no tienen nada que hacer”, subraya Sawadogo. “Proteger el oasis de Bidi es también una forma de evitar el yihadismo”.

 

Fecha: 19 de enero de 2015
Fuente: iAgua.es

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