Sequía que arrasa

12 octubre 2009

 La caída en 18 por ciento de las lluvias tendrá un efecto devastador en las cosechas, lo que impulsará los precios y obligará a importar granos básicos

12 de octubre de 2009
Fuente: Excélsior
Por Alicia Valverde

No hay duda, 2009 puede pasar a la historia como un año “devastador” para el campo mexicano. Líderes agropecuarios y expertos del ramo estiman que la sequía arrasaría hasta 30 por ciento de las cosechas de los granos básicos del país, lo cual podría empujar los precios hasta 15 por ciento y obligaría a aumentar las importaciones.

Según la Organización Meteorológica Mundial, al cierre de agosto llovió 18 por ciento menos que en años anteriores. Además, el fenómeno meterológico “El Niño” empezó este año en junio o julio en el Pacífico sur, y continuará hasta fin de año, incluso, proyecta que podría extenderse hasta el primer trimestre de 2010.

Jorge Sarquís, investigador en el campo del maíz de la Universidad Veracruzana, afirma que la producción de granos básicos será la más afectada por este suceso, sobre todo el frijol, el maíz, el sorgo y la soya en el centro y norte del país.

“Sin duda 2009 pasará a la historia como un año devastador para el campo mexicano. Las expectativas de cosecha al cierre del año anticipan una caída de 20 por ciento para el maíz, de 30 por ciento para el frijol, y 15 por ciento para el sorgo. Esto podría presionar los precios al alza en un orden de 5.0, 15.0 y 8.0 por ciento, respectivamente.”

Afirma que en la región del Bajío se perdió todo el maíz y el frijol del ciclo primavera-verano. En tanto, en Puebla, Hidalgo, Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato y Tlaxcala se ha dañado 75 por ciento del maíz, el equivalente a 2.5 millones de hectáreas.

Incluso, ha calculado que 12 de cada 21 millones de hectáreas han sido afectadas, en donde la mitad ha experimentado un daño “casi irreversible”.

Sin embargo, si bien los productores del ramo tienen sus propias cifras del daño que ha dejado la histórica sequía, coinciden en que las afectaciones reales se conocerán a partir de noviembre y hasta principios de 2010, cuando comenzarán las cosechas del ciclo primavera-verano 2009.

Carlos Salazar, secretario general de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas (CNPAMM), comenta a Excélsior que el mayor daño se observará en las cosechas de autoconsumo, mientras que en la producción comercial ha sido parcial, no obstante, podría requerir de compras al exterior.

Por ejemplo, en la producción comercial de maíz blanco ha habido afectaciones en los estados de Guanajuato, Jalisco y Michoacán, lo que podría generar una disminución de cuatro millones de toneladas de un total de 18 millones de toneladas que deberían recolectarse en el ciclo primavera-verano.

Como consecuencia, dice que tendrían que importarse cuatro toneladas para atender la demanda, principalmente del sector pecuario.

Abraham Montes, presidente de la Unión Nacional de Productores de Frijol, agrega que en su sector, más allá de la pérdida de cosecha, los productores tendrán que enfrentar la reducción en el número de hectáreas. De hecho, recuerda que se tuvo que implementar un programa emergente para compensar a los dueños de los sembradíos afectados.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, en el país existen 400 mil hectáreas siniestradas. Por ejemplo, en Zacatecas resultaron afectadas 190 mil hectáreas, mientras que en Puebla y Querétaro se prevé que fueron 20 mil.

“El daño a las 400 mil hectáreas generará una disminución en la cosecha del orden de 100 mil toneladas”, explica Abraham Montes.

A pesar de ello, el representante de los productores de frijol manifiesta que no habrá necesidad de importaciones o alzas en los precios al consumidor.

“Para este año se espera que la cosecha se ubique entre 600 y 650 mil toneladas en el ciclo primavera-verano, que es el promedio de los últimos diez años. Para el ciclo otoño-invierno, que se recogerá en marzo, se levantarán entre 300 y 350 mil toneladas, lo que nos da una producción suficiente para garantizar el abasto nacional.”

En su caso, dice que de no cumplirse las expectativas por alguna granizada o helada temprana, aún se llegaría con los suficientes inventarios para el ciclo otoño-invierno.

Pedro Díaz Hartz, presidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz, relata que tienen una superficie sembrada de entre 48 y 50 mil hectáreas, con pérdidas estimadas por cuatro mil 500 hectáreas, principalmente en el sur-sureste del país, lo equivalente a diez por ciento.

“Hubo algunas zonas donde se sembró tardíamente y aunque empezó a llover, el daño ya estaba hecho. Sin embargo, no se podrán cuantificar los efectos negativos hasta que se coseche”, precisa a esta publicación.

Bajo este escenario, proyecta que durante el ciclo primavera-verano se obtengan 200 mil toneladas, lo que originaría un promedio de cosecha de 280 a 300 mil toneladas durante 2009, lo que significaría una ligera caída de lo previsto.

Sin embargo, aclara que, con el problema de la sequía, sí se dispararon los costos de producción.

Ante esta panorama, la Secretaría de Agricultura advierte que el impacto en los precios al consumidor de los granos básicos será nula, no obstante, reconoció que el país sí podría verse en la necesidad de importar.

“La globalización tiene dos efectos: si bien en materia de crisis nos perjudica, surte un efecto contrario en el abasto de alimentos, y gracias a la productividad que hay en el mundo, que no se ha detenido, existe disponibilidad de productos suficientes”, explica Francisco López Tostado, subsecretario de Agricultura.

Entrevistado sobre el tema, cita de ejemplo que Estados Unidos proyecta mayor producción de maíz respecto a la del año pasado, lo que deja ver que no habrá escasez, y en caso de falta de alimentos en México, se podrían importar.

Homero Melis, vicepresidente del Consejo Nacional Agropecuario, afirma que ante los evidentes problemas de sequía, se debe buscar una mayor eficiencia en el uso del agua en el sector agrícola, ya que es el que más líquido consume.

“El gobierno debe buscar esquemas de riego para ser más eficiente y a su vez mejorar la productividad del campo.”

Agrega que otra manera de brindar al país una mayor competitividad internacional, es impulsando la siembra de granos transgénicos para estar a la altura de países como Argentina, Brasil y Estados Unidos.

Gobierno limita el presupuesto 2010 para asegurar a productores

A pesar de que durante este año México registra una sequía atípica en 13 entidades del país, que provocó pérdidas superiores a 900 millones de pesos, el gobierno federal pretende reducir 60 por ciento el presupuesto de Agroasemex, institución de seguros para el campo.

Durante 2009, la dependencia que pertenece a la Secretaría de Hacienda obtuvo un presupuesto de mil 89.98 millones de pesos, sin embargo, para 2010 se le asignarán sólo 629.9 millones de pesos, según datos del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).

Ignacio Loyola Vera, director general de Agroasemex, reconoce que la propuesta del Ejecutivo tiene un efecto nocivo para los productores del sector agrícola y ganadero, por lo que insistirán en que asignen un mayor presupuesto, sobre todo, en la parte de subsidio a la prima del seguro agropecuario.

“La política de reaseguros para el próximo año tendrá que ser bastante agresiva porque este año nos pegó fuerte y tendremos que transferir la mayor cantidad de riesgo para el siguiente año, seguramente así lo ven los fondos privados y las instituciones privadas”, afirma en entrevista con Excélsior.

El presupuesto de 2009 se ha ejercido en tiempo y forma, y no hay subejercicio en la empresa, asegura.

En el país están asegurados productos como maíz, trigo, sorgo, frijol, y en cada uno varía el costo de la prima. Por ejemplo, en el maíz representa hasta diez por ciento del costo del cultivo, mientras que en el frijol alcanza 28 por ciento.

“El próximo año, por los efectos del cambio climático, seguramente habrá consecuencias, aunque esperemos que sean menores.”

Agroasemex tiene tres programas: administra los subsidios por cuenta del gobierno federal, opera los fondos de aseguramiento y aseguradoras privadas, y opera de manera directa los seguros catastróficos adquiridos por Sagarpa.

El programa de subsidios a la prima del seguro agropecuario apoya a los productores agropecuarios para reducir el costo de las primas que pagan a los seguros privados, los porcentajes van en función de la región, de 35 para las zonas desarrolladas como Sonora y Sinaloa, hasta 60 por ciento para las regiones del sur.

Durante este año tiene un presupuesto de 750 millones de pesos para apoyar a 1.9 millones de hectáreas y 66 millones de cabezas de ganado, con lo que se beneficia a 240 mil productores, detalló.

El fondo, por su parte, apoya a más de 300 portafolios de aseguramiento agropecuario. Y el tercer programa subsidia el costo de los seguros catastróficos que contrata el gobierno federal.
 

 

 

 

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