Al inaugurar la XXII convención anual de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS), en Expo Guadalajara, el mandatario abordó los compromisos de su Administración con el sector agua. Puso en relieve que, en dos años de su gestión, la inversión en la materia ya igualó al total del sexenio anterior, y que va en serio el cumplimiento de las metas planteadas: pasar de 36 a, al menos, 60 por ciento de saneamiento; de 92 a 95 por ciento de cobertura domiciliaria de agua potable, y de 82 a 88 por ciento en cobertura de alcantarillado.

“Si se logra que las dos principales zonas urbanas del país, Guadalajara y el valle de México, se incorporen al tema de saneamiento, iremos mucho más arriba de 60 por ciento, hasta 76 por ciento en este tema”, señaló en su discurso.

Precisó que, hasta ahora, México no ha demostrado demasiada responsabilidad ante un tema tan esencial para el desarrollo de las comunidades humanas. “Hay presiones enormes sobre los recursos naturales […] no hemos sido una sociedad con mucha responsabilidad en el tema; antes se pensaba que era un recurso inagotable, convertimos en drenajes los ríos, los cuerpos de agua, y pasamos en 58 años de una disponibilidad de agua de 18 mil metros cúbicos por habitante, a apenas cuatro mil m3; es decir, hay 70 por ciento menos disponibilidad”.

Por ello, los diferentes proyectos para resolver el rezago absorben en 2008 casi 27 mil millones de pesos del Presupuesto de Egresos. Uno de los resultados recientes más importantes: dos millones 600 mil mexicanos que carecían de agua potable domiciliaria en 2006 ahora la reciben, aseguró.

Por su parte, el director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo, indicó en entrevista que no hay obstáculos para que los concursos de los proyectos anunciados concluyan en el plazo establecido.

Admitió que la manifestación de impacto ambiental (MIA) de la presa El Zapotillo, que había sido autorizada en 2006, se ha debido ampliar ante la propuesta del gobierno de Jalisco de elevar la cortina de la presa de 80 a 105 metros, pero “no es nada complejo, pues se trata del mismo tipo de ecosistemas pese a que aumentará la zona de inundación”.

El funcionario espera que en el curso de los próximos quince días se entregue la nueva autorización, pues es indispensable para comenzar con el proyecto ejecutivo de la cortina del embalse, que abastecerá a las ciudades de Guadalajara y León, así como a catorce localidades de Los Altos de Jalisco.

Luege Tamargo reconoció que no se ha podido resolver con los habitantes de los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo la negociación para que dejen sus asentamientos, que serían inundados por el agua de la presa, pero consideró que los trabajos en la cortina demorarán dos años, tiempo en los que aún se puede llegar a algún acuerdo.

“Reconociendo sus derechos, queda claro que hay derechos colectivos más importantes, como es resolver el problema del agua para muchas miles de personas […] Si no se concluyen satisfactoriamente las negociaciones, podemos expropiar, pero yo espero que no sea necesario hacerlo, y acepten el proyecto”, concluyó.

Tres obras

Presa El Zapotillo

Se edificará su cortina en el corazón del río Verde, en los municipios de Yahualica, Cañadas de Obregón y Mexticacán, y albergará alrededor de 440 millones de m3 de agua, que abastecerán a León y Los Altos y regularán aguas para Arcediano. Su costo estará en alrededor de 7,500 millones de pesos

Planta de saneamiento Aguaprieta

Tratará 8,500 litros por segundo y será la mayor del país. Su ubicación es la parte final de las cuencas de Atemajac y San Juan de Dios, de Guadalajara, donde habitan alrededor de 3.3 millones de personas

Planta de El Ahogado

Tratará 2,300 litros por segundo para una población cercana a 800 mil habitantes de la cuenca homónima, al sur de la ciudad, donde actualmente crece la mancha urbana

Reclasifican la cuenca Santiago-Verde

El Senado de la República reclasificó los ríos Santiago, Verde y Zula como “cuerpos de agua tipo C”, en lugar de la clasificación A que prevalecía. Así, se establecerán políticas más estrictas que impedirán el ingreso masivo de contaminantes, lo que ha sucedido durante los últimos 40 años y ha dejado a sus ecosistemas en situación de desastre ambiental.

El director de la CNA, José Luis Luege Tamargo, advirtió ayer que el cambio de clasificación traerá una inversión masiva en la cuenca para edificar o restaurar unas 30 plantas de tratamiento de aguas residuales, así como para gestionar de otro modo los residuos de particulares que se vierten en la región. Los principales contaminadores, además de las ciudades, son los establos porcícolas y los corredores industriales de El Salto, Ocotlán y Poncitlán.

Señaló que hay “actos de autoridad” que la CNA debe presidir, pero que está dispuesta, con la sociedad civil y los gobiernos, a recibir apoyo para garantizar la inspección de descargas y obligar a que la nueva norma sea observada, pues va de la mano con la salud de la población, al alojarse allí en un futuro el proyecto de la presa de Arcediano.