Usan universitarios método Xipe para curtir pieles de pescado y pollo, ahorrando agua y disminuyendo contaminación de rios y mares
15 febrero 201215 de febrero de 2012
Fuente: SDP
México, 15 Feb. (Notimex).- Las pieles de pescado, pollo y pavo pueden utilizarse para la fabricación de ropa, calzado, carteras, cinturones y billeteras, tratadas con el sistema Xipe, en el que se ahorran grandes cantidades de agua y no se contaminan ríos y mares.
Habitualmente, las empresas curtidoras consumen excesivas cantidades de líquido en los distintos procesos de transformación; además, utilizan químicos como el sulfuro de sodio y cal, entre otros, altamente contaminantes, que terminan en drenajes y ríos.
En un comunicado, Hermilo Leal, del Departamento de Alimentos y Biotecnología, y Héctor Anaya, pasante de la Facultad de Química, explicaron las adecuaciones y detalles del método, creado hace tiempo por Eusebio del Cueto.
Detallaron que soluciones salinas y alcalinas en altas concentraciones son la base del proceso Xipe, que se aplica en la etapa del “trabajo de ribera”, en donde las pieles son acondicionadas para el curtido posterior.
Al neutralizar las soluciones alcalinas con ácido clorhídrico se obtiene una solución salina relativamente pura, pues las grasas presentes son precipitadas y recuperadas como lodos, que pueden servir como materia prima en la elaboración de jabones, champús y cremas, o para propiciar cicatrizantes, fertilizantes y alimentos para animales.
Leal indicó que “en la industria el agua contaminada va directamente al drenaje, donde se pudre; luego pasa a los ríos y mata a los peces”.
Existen pieles peleteras, que son las que tienen pelo; escamosas, de los pescado, víbora o cocodrilo; y lisas, del cerdo y res, y con el método Xipe la concentración salina y alcalina varía para despojarlas de esos elementos.
Para la conservación de las pieles tratadas con este método, un trapo húmedo, además de polímeros, barniz o simplemente con jabón de calabaza son suficientes para que duren más de un lustro.
Por su parte, Anaya expuso que las pieles de pescado que tratan en forma artesanal “en espera de apoyos y recursos” son de dorado, lenguado, robalo, huachinango; mientras que las de cazón y tiburón son muy resistentes.
“Con el manejo de otras podría dejar de emplearse la víbora y aprovechar las toneladas de las de pescado que se tiran a la basura y contaminan. Ya trabajadas, pueden tener aplicaciones en zapatos, billeteras y carteras. A la de pollo se le puede dar una apariencia y color de cocodrilo”, comentó.