WWF pide una energía hidráulica más respetuosa con los ríos

24 marzo 2014

En el caso de la energía hidráulica, el vínculo es evidente, y España es uno de los países del mundo que más aprovechan esta fuente de energía. En nuestros ríos existen 877 aprovechamientos hidroeléctricos, algunos alimentados por pequeños azudes y, otros, por alguna de las más de 1.200 grandes presas que existen en España.

Estas centrales y minicentrales proporcionan una energía renovable que en 2013 cubrió el 12,7% de la demanda eléctrica peninsular. Sin embargo, a la vez están provocando una presión excesiva sobre los ecosistemas fluviales. Aparte del impacto de las presas en sí, la operación de las centrales acarrea otros importantes impactos, como la modificación de los regímenes naturales de caudales de los ríos, o la alteración de las comunidades biológicas por la apertura repentina de compuertas.

Para reducir el impacto de la energía hidráulica sobre nuestros ríos, WWF considera prioritario mejorar la tecnología de las centrales –en muchos casos, obsoleta e ineficiente- para aumentar la producción y, al mismo tiempo, permitir métodos que respeten los caudales ecológicos y las dinámicas naturales de los ecosistemas fluviales: por ejemplo, con sueltas de agua que imiten las variaciones naturales de caudal a lo largo del año, y que se hagan a un ritmo que permita la adaptación de las comunidades biológicas. Un régimen de caudales apropiado es esencial para mantener las funciones del río y los servicios que nos aportan sus ecosistemas, como la autodepuración o el control de avenidas.

El hecho de que actualmente las centrales hidroeléctricas no estén pagando ningún canon por el uso que hacen del agua, no supone ningún estímulo para realizar inversiones en su modernización, además de suponer un incumplimiento de la Directiva Marco del Agua europea.

En el marco de la campaña “Liberando Ríos”, WWF trabaja para reducir el impacto de las infraestructuras que obstaculizan el flujo natural de nuestros ríos, y demoler las presas que estén obsoletas, fuera de uso o que produzcan un gran impacto sobre espacios protegidos. Hay muchos azudes y pequeñas presas de centrales hidráulicas abandonadas, que podrían eliminarse para mejorar el estado ecológico de los ríos, tal y como exige la Directiva Marco del Agua. WWF solicita a la administración del agua que cumpla la ley y caduque la concesión de infraestructuras sin uso.

Por otra parte, a una semana de la Hora del Planeta, WWF recuerda que ahorrar agua es ahorrar energía, ya que el 8% de la energía a escala global es utilizada para la extracción, el tratamiento y el transporte de agua.  


24 de marzo de 2014

Fuente: iAgua.es

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