El fracking sigue realizándose en México y las mujeres son uno de los grupos más vulnerables (Sin Embargo)
31 enero 2019Fecha: 27 de enero
Fuente: Sin Embargo Mx
Los ríos y arroyos comenzaron a secarse. Los caminos de tierra poco a poco fueron ocupados por máquinas pesadas, equipos y pipas con las que se realizaban actividades de exploración de hidrocarburos que no hacían más que fragmentar la tierra. Los signos fueron los indicadores de una nueva amenaza que despojaba del agua, de la tierra y el aire a los habitantes del milenario Totonacapan, la región que recoge las tradiciones de Tajín y de Papantla, en Veracruz.
El territorio de los que siempre han enfrentado lo imposible, a través de las danzas que se producen en el aire, lentamente comenzó a ser ocupado por el fracking o fractura hídrica, una técnica que propone la ruptura de lutitas –piedras madre del petróleo y gas– para la obtención de combustibles convencionales y no convencionales.
La transformación del paisaje fue cada vez más evidente, los campos verdes se llenaron de llaves de gas y de caminos de cemento que trajeron consigo carencias que recaen particularmente en las mujeres encargadas de procurar el bienestar y la salud de sus familias.