Continúan a marchas forzadas las obras de demolición de viviendas de la zona de riesgo de la colonia Casa Blanca. Foto: Gilberto Villasana

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha dejado pendientes, o de plano suspendido, obras sumamente importantes contempladas dentro del Plan Hídrico Integral de Tabasco (PHIT), denuncia en MILENIO Tabasco el presidente de la Comisión Especial de la Cuencia de los Ríos Grijalva y Usumacinta, José Antonio Aysa Bernat.

El diputado federal, del PRI, asevera que a pesar de ser ésta una región con gran potencial de desarrollo, la Conagua ha dejado de trabajar en obras prioritarias como la construcción de un vertedor de demasías que controlaría y transferiría los volúmenes excedentes de las presas de La Angostura, Chicoasén y Mal Paso, hacia afuera de la cuenca del río Grijalva con lo cual quedarían protegidas las poblaciones y zonas productivas de la región Centro-Norte de Tabasco.

A esto se suma el abandono de trabajos proyectados dentro del PHIT para evitar inundaciones en las zonas del Centro y de la Chontalpa, como son los casos específicos del dren Samaria-Golfo de México. “También están proyectos como el de la presa Itzantun, cuya construcción fue suspendida de manera inexplicable hace más de quince años y que es importante retomar, ya que generaría dos mil 185 giga watts por hora. Además controlaría la parte alta y media del río Tacotalpa”, dice.

Obras necesarias

El legislador federal agrega que por su impacto directo en el desarrollo de la región, generación hidroeléctrica y control de inundaciones, destacan varias obras para aprovechar los ríos que hoy fluyen libremente por la planicie.

Entre estos menciona el proyecto binacional Boca del Cerro por construirse sobre el río Usumacinta y que beneficiaría a los estados mexicanos de Tabasco y Chiapas, así como al país vecino de Guatemala.

También está la importancia de construir el canal de derivación Balancán-Chumpan, entre Tabasco y Campeche, que evitaría crecientes del bajo Usumacinta e irrigaría más de 600 mil hectáreas de la región. Asimismo es necesario edificar el proyecto Santo de Agua, que se localizaría sobre el río Tulija.

Voluntad de hacer algo

Especialmente, agrega, de nuestras “fábricas de agua” que son las cuencas hidrológicas, las cuáles deben constituirse en grandes reservorios de agua, claves para mitigar los efectos del cambio climático, y lograr el tan anhelado desarrollo sustentable.

“El propósito fundamental de esta Comisión es la de erigirse en una instancia institucional para hacer uso de todas las facultades políticas, legislativas y de gestión por parte de los diputados; así como coadyuvar con las autoridades federales, estados, municipios y organizaciones de la sociedad civil, a efecto de potenciar la participación de las comunidades en la preservación y uso de los recursos naturales.

“El objetivo es lograr su desarrollo económico y social sustentable, con alto sentido humano para sentar las bases de una política de Estado que busque resolver los problemas ambientales, económicos y sociales de la región a partir de iniciativas directas de reformas del marco normativo federal, y la gestión y seguimiento del ejercicio puntual y oportuno en la asignación de recursos presupuestales requeridos”, argumenta.

Grave desforestación

Este renglón es de importancia vital ya que los bosques son los pulmones del planeta, pues absorben las emisiones que los seres humanos envían al planeta, generan la mayoría de las lluvias en el mundo y son una fuente importante de biodiversidad.

Entre un quinto de las emisiones mundiales del “efecto invernadero” provienen de la tala y quema de las selvas tropicales, y en la cuenca del río Grijalva-Usumacinta la tasa de desforestación ha sido extrema y su impacto ha sido, en gran proporción, causante de desequilibrios en las condiciones hidrometeorológicas, dice.

“Para revertir esta grave situación es insdispensable dar mantenimiento constante y construir la necesaria infraestructura; pero habrá que hacerlo no sólo desde una perspectiva meramente técnica como cortinas, bordos y muros, sino tomando en consideración los criterios de construcción y humanamente adaptados, que permitan conservar y aprovechar la integridad de la cuenca y de sus componentes biosféricos, étnicos, culturales, humanos y sociales”, expresa.

La cultura del agua

Por ello es necesario promover una cultura del agua y una cultura forestal” y, en general, una cultura ecológica.

Y concluye en la entrevista con MILENIO Tabasco: “En este contexto creo que ha llegado la hora de la organización de las comunidades, de la mayor presencia de las organizaciones de la sociedad civil, del empoderamiento de las mujeres, la concientización de los niños y de las niñas, así como de la canalización del gran potencial de los jóvenes y de los habitantes de las comunidades campesinas en la solución de este problema”.