Bolivia, entre hielo y piedra, busca adaptarse al cambio climático

10 enero 2013

 

Bernardo Guarachi, “Pata de Cabra”, el andinista boliviano de mayor fama mundial, tampoco oculta su tristeza cuando ve la montaña. “La primera vez que visité este glaciar fue en 1974. Este era un nevado blanco, hoy vemos pura piedra”.

Como Chacaltaya, más del 40% de los glaciares están “retrocediendo”, es decir, se derriten progresivamente, dejando rocas donde antes había hielo y nieve.

El retroceso de los glaciares se atribuye principalmente al aumento acelerado de la temperatura en el planeta. Estudios recientes corroboran que en las altas cumbres andinas la temperatura media se eleva más rápido que en el resto del mundo.

Las consecuencias del deshielo

Uno de los peores efectos negativos del retroceso de los glaciares, es que cada vez hay menos agua para la agricultura y el consumo de las poblaciones andinas, y para los ecosistemas que dependen de ella.

“Los glaciares son capaces de acumular importantes cantidades de agua en forma de nieve y hielo, y liberarla posteriormente, de forma paulatina, especialmente en épocas de precipitación escasa o nula”, afirma Daniel Mira-Salama, experto en adaptación al cambio climático del Banco Mundial.

Los glaciares no solo generan agua para las poblaciones rurales. Ciudades densamente pobladas, como La Paz y El Alto, comienzan a tener dificultades de abastecimiento porque la oferta no consigue igualar la demanda de sus poblaciones en rápido crecimiento.

Para entender mejor el fenómeno, los científicos del proyecto contaron con el apoyo del gobierno de Japón para usar una supercomputadora que simula los aumentos de temperatura futuros y también tener acceso a imágenes históricas de las cumbres glaciares del satélite ALOS.

En años anteriores, los expertos de Bolivia trabajaban con técnicas convencionales de inventario fotográfico histórico.

El aprendizaje de la adaptación al retroceso glaciar

Adaptarse al clima es la consigna. En los Andes no hay otra manera de luchar contra el deshielo y los efectos del cambio climático, dicen los expertos.

Por eso, desde 2008 el Fondo Global para el Ambiente, financia un proyecto implementado por el Banco Mundial, que incluye acciones piloto para enfrentar los impactos del retroceso glaciar, definir costos, y ver cómo se pueden expandir esas acciones en el futuro si resultan exitosas.

También se realizan pruebas de riego a pequeña escala, para demostrar los beneficios de una agricultura más tecnificada y cuidadosa con el agua. Estas acciones van acompañadas de capacitación y un programa de mejora en la eficiencia de distribución del agua potable.

Todas estas iniciativas tienen como finalidad mejorar el entendimiento del fenómeno del retroceso glaciar, reforzar las capacidades existentes para enfrentarse a él y pasar a la acción, para preparar respuestas a mayor escala en el futuro.


10 de enero de 2013

Fuente: iAgua.es

Artículos relacionados
Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Acceder a agua es un derecho humano, pero hacerlo de forma clandestina es un delito. ¿Qué pasa con el huachicoleo de agua?  ¿Sabes cómo se maneja ese negocio?   ¿Qué sabes sobre el tema?

¡Pon a prueba tus conocimientos en este tema! ¡Y diviértete!

 Ir a la trivia