Cambio climático puede costar al menos uno por ciento del PIB anual a los países de América Latina.

13 diciembre 2010

13 de diciembre de 2010
Fuente: Ecoperiodismo
Nota de Gabriela Guerra Rey

CEPAL presentó en Cancún un informe sobre los potenciales costos económicos del fenómeno en la región para fines de siglo, de no tomarse acciones globales de mitigación.

Para finales de la actual centuria el cambio climático provocará pérdidas en valor equivalentes a al menos el uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)  de la región.

La comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL) presentó un informe sobre los potenciales costos económicos del producto anual entre 2010 y 2100, de no lograrse un consenso global en torno a acciones de mitigación.

El documento, titulado “La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe. Síntesis 2010” considera que el calentamiento global será un factor condicionante esencial en las características y opciones del desarrollo económico de este siglo en la región.

Presentado en  el marco de la XVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (conocida como COP 16), que se realiza en Cancún, México, el estudio  entrega un complemento del análisis socioeconómico de las implicaciones del cambio climático, sobre la base de los estudios nacionales y sectoriales que se están desarrollando en la región.

Su versión inicial fue presentada por la CEPAL en la anterior conferencia mundial (COP 15), realizada en 2009 en Copenhague.

Según el informe 2010, en los países templados de la región el cambio climático provocaría una pérdida equivalente a alrededor de uno por ciento del producto anual entre 2010 y 2100 en el escenario de más altas emisiones analizado (A2 del Panel Intergubernamental de Cambio Climático), costo que sería mayor en los países andinos, de Centroamérica y el Caribe.

Este monto  es superior al porcentaje anual promedio que los gobiernos de la región gastan en investigación y desarrollo (0,63 por ciento del PIB en 2007) y al presupuesto de la mayoría de los ministerios de medio ambiente.

En otras palabras, el crecimiento se verá reducido sin una mitigación global seria y si no se implementan planes nacionales de adaptación y mitigación al cambio climático.

“El cambio tecnológico espontáneo no va a ser suficiente para reducir las concentraciones globales de gases de efecto invernadero. Se requiere una reforma profunda de los mercados nacionales y globales para que funcionen correctamente desde el punto de vista del cambio climático, es decir, que actúen en favor de una economía menos intensa en carbono, en el marco de un desarrollo sostenible con igualdad e inclusión social”, destacó  Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.

A pesar de ser la segunda región del mundo que menos emite gases de efecto invernadero (GEI), América Latina y el Caribe podría sufrir consecuencias significativas del impacto del calentamiento global sobre la población, los ecosistemas y las actividades económicas. Ello se debe a que la región es altamente vulnerable a eventos climáticos extremos, al aumento de la temperatura, modificaciones en los patrones de precipitación, reducción de la criósfera  (superficie de la Tierra cubierta por hielo), alza del nivel de mar, sequías, inundaciones y huracanes.

El sector agrícola será uno de los más afectados, así como la biodiversidad, sumándose fuertes presiones sobre la infraestructura de la región.

Para el caso específico de  Centroamérica , subregión altamente vulnerable al cambio climático por su situación socioeconómica, su exposición a eventos extremos y su alta biodiversidad, la CEPAL pronostica con vistas a 2100, un incremento de la temperatura atmosférica y del mar, la reducción y la inestabilidad del régimen de lluvias, el aumento del nivel del mar, las sequías y huracanes, tendrán repercusiones en la producción, la infraestructura, los medios de vida, la salud y la seguridad de la población, además de debilitar la capacidad del ambiente para proveer recursos y servicios vitales.

El costo acumulado del fenómeno a 2100 en el escenario más pesimista es equivalente a 73 mil millones de dólares, aproximadamente 54 por ciento del PIB centroamericano de 2008 a valor presente, con una tasa de descuento de 0,5 por ciento.  Este costo está relacionado a los impactos en cuatro áreas: agricultura, recursos hídricos, biodiversidad y aumento e intensidad de huracanes y tormentas tropicales.

El alza del nivel del mar provocaría desplazamientos de poblaciones y se perderían tierras por inundaciones permanentes. Podrían desaparecer los manglares en las costas bajas de Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa y Guyana.  Asimismo, un aumento global de la temperatura de 3ºC provocaría también una caída en las precipitaciones sobre la Amazonía, amenazando la biodiversidad más grande del planeta.

“La atmósfera es un bien público global cuyo acceso ha sido libre. Su preservación para las generaciones futuras es un deber actual ineludible y por ello debemos desarrollar las instituciones y las políticas  para una adaptación oportuna e informada”, recalcó la CEPAL.

El informe fue elaborado por la CEPAL, con la colaboración de los gobiernos de Alemania, Dinamarca, España y Reino Unido, así como la Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Mecanismo Mundial de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y  una amplia red de instituciones académicas y de investigación en las naciones y regiones estudiadas.

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