Canarias: Una ‘granja de nubes’ atrapará el agua para regenerar el suelo
10 agosto 2011Un jardín que cultiva las nubes y proyecta el agua hacia el suelo. Es el proyecto que un equipo de investigadores de la Universidad Camilo José Cela pondrá en marcha en la Rosa del Taro (Puerto del Rosario). La granja o jardín de nubes atrapa la humedad atmosférica para regenerar el suelo.
10 de agosto de 2011
Fuente: Canarias7
Por David Montserrat
Sobre un suelo de 750 metros cuadrados, ubicado en una ladera de la montaña de la Rosa del Taro (Puerto del Rosario), está previsto que a principios del próximo otoño se ponga en marcha un proyecto experimental desarrollado por la Universidad Camilo José Cela. Rafael Beneytez Durán, director del proyecto, arquitecto y profesor en las universidades Camilo José Cela y Politécnica de Madrid, se refiere al proyecto como «una granja o jardín de nubes». En principio, el objetivo es atrapar la humedad para regenerar el suelo, aunque otras aplicaciones permitirían incluso suministrar de agua potable a una vivienda.
La humedad se capta a través de unos dispositivos denominados popularmente como atrapanubes. Los injertos, como también los llama el profesor Rafael Beneytez, consisten en una especie de estructuras metálicas cuyas formas estarán inspiradas en la naturaleza, por ejemplo en la aulaga, que se encargan de atrapar el agua de la atmósfera a través de unas telas especiales desde las que se deriva directamente hacia el suelo o bien hacia un depósito.
La idea del proyecto es reconstruir suelos deteriorados por la erosión valiéndose de la propia flora de la zona (aulagas, tabaibas, matos, etcétera), que, una vez recuperada gracias a la humedad suministrada por los atrapanubes, se encargaría por si sola de anclar la tierra ante fenómenos erosivos tan comunes en la Isla como las lluvias torrenciales.
«En realidad, lo que vamos a hacer es la reconstrucción de un suelo. El injerto o atrapanubes actúa como un refuerzo que permite capturar un agua que el suelo por sí mismo no es capaz de capturar. El suelo poco a poco irá regenerándose y generando mayor espesor vegetal. Posteriormente, la masa vegetal por sí misma, gracias a su anatomía y densidad, hará que el agua se retenga produciendo mayores ciclos de vida», explicó ayer Rafael Beneytez.
A medida que los suelos vayan reconstruyéndose, los captadores se irán desplazando a otras zonas afectadas de la ladera. El próximo otoño se instalará un primer prototipo en la montaña de la Rosa del Taro, que tiene como misión ser una herramienta útil en el marco de la investigación técnica y científica de la Universidad Camilo José Cela. Pero al mismo tiempo se busca abordar el problema estético y artístico que supone la introducción del artilugio en la naturaleza.
Frente a los atrapanubes tradicionales, que ofrecían una imagen poco armónica con respecto al entorno en que se hallaban, ahora se apuesta por la integración de las estructuras en el paisaje. De ahí que se inspiren en la naturaleza y se haya contado con la colaboración de especialistas en arte y estética para elaborar los modelos de captadores de agua.
Los atrapanubes ya se han instalado en otros lugares de España. También en Fuerteventura, concretamente en Morro Velosa (Betancuria) y La Zarza (Pájara), en el marco del proyecto europeo Dysdera (Desarrollo y Seguimiento de Estaciones de Recolecta de Agua), se instalaron por el Cabildo varias estructuras en marzo de 2007, aunque poco tiempo después terminaron en el más completo de los abandonos.
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