Derrocha cada capitalino 300 litros de agua por día: Thomas Blum

01 diciembre 2009

México no acata legislación tecnológica

30 de noviembre de 2009
Fuente: El Financiero en línea
Por Rosalía Servín Magaña

De haberse cumplido con la reforma a la Ley de Aguas del Distrito Federal, publicada en la Gaceta Oficial en mayo de 2003, que estipula el cambio de muebles de baño por sanitarios ahorradores de agua, la ciudad de México se habría ahorrado a la fecha alrededor de 990 mil millones de litros de agua, cantidad que representa el consumo anual de 7.5 millones de mexicanos.

Así lo asegura Thomas Blum, director general de la empresa de mingitorios sin agua Urimex, quien en entrevista con EL FINANCIERO insistió en la importancia de tomar acciones que permitan el ahorro de tan vital líquido; más ahora, que se intensificó la escasez y se preparan aumentos por su consumo.

"En el Distrito Federal se gastan alrededor de 300 litros de agua por habitante diariamente, cuando en Europa, por los productos ahorradores que ya existen (en grifos, escusados y demás), se gasta alrededor de 150 litros, es decir la mitad de los que gastan los capitalinos; pero allá se tiene una cultura muy distinta a la que se tiene aquí", sostuvo.

De acuerdo con Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas del Distrito Federal, el consumo diario por persona en la capital es de 307 litros, cuando hay ciudades como Monterrey y Tijuana que consumen alrededor de 250 y 190 litros respectivamente, lo que habla del enorme gasto que hacen los defeños, quienes cuando mucho debieran consumir 200 litros al día.

Cálculos hechos por la compañía Urimex señalan que tan sólo en la ciudad de México existen alrededor de 1.8 millones de mingitorios -según datos de la Dirección de Construcción y Operación Hidráulica del GDF-.

"Si se considera que se gastan cuatro litros de agua por descarga, y que cada mingitorio gastaría entonces cien mil litros de agua al año, la cantidad de agua perdida desde que se publicó la ley es excesiva (990 mil millones de litros perdidos)", sostiene al aclarar que los cálculos consideran cinco años -desde la publicación de la ley-, pues se resta un año que pudo haber llevado el cambio de muebles.

Aclara que la estimación de agua gastada en ese periodo se hizo tomando en cuenta un promedio de cien usos diarios por mingitorio. De manera que puede verse la cantidad de líquido que se podría ahorrar si se utilizara tecnología que hiciera más racional su consumo.

Cruda realidad

El interés de empresarios como Thomas Blum destaca debido a que, ante un consumo poco ordenado de agua, especialmente en la ciudad de México, en unos años no habrá fuentes de abasto suficientes y la sed será uno de los componentes de la crisis moderna.

Se espera que las autoridades capitalinas den a conocer esta semana las nuevas tarifas para el consumo de agua, cuyo propósito será eliminar paulatinamente el subsidio y darle un sentido más real al valor del vital líquido.

La expectativa es que los recibos del agua aumenten 10 por ciento, aunque se distinguirá entre el consumo industrial y el doméstico. Estas medidas también establecerán tarifas distintas en aquellas zonas de la ciudad donde el agua es escasa.

La realidad de las dificultades para obtener suficiente agua para el consumo la describe el director del Sistema de Aguas local, Ramón Aguirre, quien refirió en su oportunidad que en 2010 habrá menos disponibilidad, por lo que se requiere reducir el consumo diario por habitante de los 300 litros en promedio a por lo menos 200.

 

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