El vertido masivo de agua radiactiva en el mar hunde a Tepco en la Bolsa
05 abril 20115 de abril de 2011
Fuente: Radio Nederland
Las acciones de Tepco, propietaria de la central accidentada de Fukushima (nordeste de Japón), tocaron mínimos históricos este martes en la Bolsa de Tokio debido al vertido en el océano Pacífico de miles de toneladas de agua radiactiva procedente de los reactores nucleares.
Después de 25 días de lucha para evitar una fusión incontrolada de los combustibles de las instalaciones accidentadas, el peligro de una catástrofe sin vuelta atrás sigue ahí, y la contaminación medioambiental va en aumento.
Las acciones de Tepco Electric Power (Tepco) se derrumbaron al caer un 18,10% debido a que los inversores dudan cada día más de la capacidad de la compañía eléctrica para pagar las gigantescas compensaciones financieras que le van a reclamar.
Sus títulos perdieron 80 puntos hasta situarse en 362 yenes, una cotización inferior a su mínimo histórico al cierre en casi 60 años.
“Las compensaciones que habrá que abonar van a dispararse probablemente con estos vertidos de agua radiactiva”, comentó un corredor bursátil.
Las acciones de Tepco se despeñaron desde el 11 de marzo, día fatídico en que el nordeste de Japón quedó devastado por un tremendo seísmo seguido de un tsunami. Desde entonces los títulos perdieron más del 80%, ante la cascada de explosiones y de filtraciones contaminantes en la central de Fukushima Daiichi (Nº1).
En este contexto muy desfavorable, el grupo decidió este martes aplazar a una fecha indeterminada el anuncio de sus resultados financieros del año presupuestario que va de abril de 2010 al 31 de marzo pasado, explicó a AFP un portavoz.
Frente a la central, este martes continuaban las operaciones para arrojar al mar 11.500 toneladas de agua radiactiva que comenzaron la víspera.
De una duración prevista de cinco días, estas filtraciones a 250 kilómetros al norte de la conurbación de Tokio y de sus 35 millones de habitantes contienen un agua poco contaminada, aseguró Tepco.
La evacuación de este agua en el océano, donde se supone que se diluirán los radioelementos, según Tepco, es indispensable para liberar los depósitos de almacenamiento destinados a agua altamente radiactiva.
Está prohibido pescar en un radio de 20 kilómetros alrededor de la central, un área que corresponde a la zona de exclusión establecida tierra adentro.
El sistema de suministro eléctrico de los seis reactores de Fukushima se averió el 11 de marzo, y se pararon de golpe las bombas de refrigeración del combustible nuclear que se calentó peligrosamente.
Los técnicos que intentan reparar el material tropiezan con un círculo vicioso: resulta vital enfriar el combustible de los reactores y también el gastado, contenido en las piscinas, pero cuanta más agua utilizan, más aumentan las capas radiactivas. Y cuanto menos echen, más sube la temperatura de los reactores.
El vertido de agua provocó enormes inundaciones en los edificios y las galerías técnicas subterráneas, que están anegadas por miles de toneladas de agua radiactiva, lo que retrasa el avance de los operarios para intentar restablecer el tendido eléctrico.
De todos modos las labores de refrigeración proseguían el martes gracias a las inmensas bombas de hormigón procedentes del extranjero.
Los técnicos seguían intentando colmatar una fuga de agua muy contaminada que se acumuló en una fosa técnica situada cerca de la ribera y que va a parar directamente al océano.
Tratan de encontrar por dónde se filtra el agua, que al parecer proviene del edificio del reactor 2.
Más de tres semanas después de la tragedia, el balance provisional de víctimas es de 12.321 muertos confirmados y 15.347 desaparecidos.