Enfrentan grave deterioro zonas hidrológicas del Distrito Federal

22 enero 2008

 

Considerados “indispensables para la supervivencia de la ciudad”, los ríos Magdalena y Eslava, en la delegación Magdalena Contreras, y la zona lacustre de Xochimilco-Tláhuac, enfrentan un grave proceso de deterioro y urbanización.

En el primer caso, los asentamientos humanos irregulares, la descarga de aguas residuales y los depósitos de basura que hay a lo largo de su cauce “comprometen la sobrevivencia” del caudal.

Mientras, la sobrexplotación del acuífero de la zona lacustre de Xochimilco-Tláhuac y la realización de actividades agrícolas diferentes a las tradicionales han provocado un descenso en el nivel del agua de ese lago y hundimientos graduales del suelo.

Un diagnóstico sobre la sustentabilidad hidráulica del Distrito Federal, realizado por el Sistema de Aguas de la Ciudad y la Secretaría de Medio Ambiente, señala que es fundamental rescatar esas zonas por el significativo caudal de agua que pueden aportar a la capital y para mantener la calidad del acuífero y del suelo de conservación de la cuenca de México, respectivamente.

El documento indica que en la ciudad de México existen 29 unidades hidrológicas, de las cuales 24 son microcuencas que escurren y vierten de agua directamente en el suelo de conservación, y las otras cinco son zonas de vertientes (pendientes), ubicadas en puntos como el cerro de La Estrella y la sierra de Santa Catarina, entre otros.

Una de las unidades hidrológicas con mayor grado de degradación es el río Magdalena, que confluye con el río Eslava, tiene una longitud de 20 kilómetros y es el “escurrimiento en mejor estado de conservación de la entidad”, con un flujo permanente que alcanza un promedio de un metro cúbico por segundo y en temporadas de lluvias hasta de 20 metros cúbicos por segundo.

Sin embargo, indica el documento que sirvió de base para el programa de manejo sustentable del agua que recientemente presentó el gobierno capitalino, el cual incluye un plan maestro para su rescate, sólo una quinta parte de ese caudal se aprovecha y el resto se desperdicia vía el drenaje.

Aunque buena parte de su cuenca está ubicada en una zona de reserva ecológica, una amplia superficie presenta un avanzado proceso de deforestación y degradación ambiental, ocasionados por el establecimiento de al menos 14 asentamientos irregulares, en los que viven más de 10 mil personas en un área de 160 hectáreas.

De acuerdo con el estudio, la “mayor presión urbana” para este ecosistema proviene de las zonas del Cerro del Judío, pueblo de La Magdalena, Ocotal y Zayulita; además de la amenaza que significan asentamientos irregulares como El Gavillero, La Subestación Chichicaspa, Ixtlahualtongo y Tierra Colorada, estos dos últimos considerados de alto riesgo, pues están ubicados en pendientes pronunciadas o suelos inestables, además de que descargan aguas negras a cielo abierto en barrancas y ríos.

El estudio resalta la importancia de la rehabilitación de esta cuenca que corre por cuatro delegaciones, 14 colonias y cinco núcleos agrarios, ya que además de dotar de agua, hace posible disponer de amplias zonas boscosas de “gran potencial turístico y productivo”.

En cuanto a la zona lacustre Xochimilco-Tláhuac, para la cual se tiene proyectado un programa para mejorar la operación de los canales, está formada por “planicies inundadas naturales y cuerpos de agua inducidos”, es un área de descarga del flujo subterráneo de agua en la cual se realizan actividades de comercio y turismo, como el uso de trajineras para transporte, así como de agricultura mediante la creación de chinampas.

Aunque en un principio los canales eran alimentados por manantiales, actualmente es con agua tratada, lo cual, aunado a la sobrexplotación del acuífero, una notable baja en la productividad de las chinampas.

También es afectada por los asentamientos irregulares que contaminan la zona con la descarga de aguas negras, que significan un volumen mensual del 6 por ciento de la capacidad de almacenamiento del sistema.

La extracción de agua que ha provocado, incluso, en la desaparición de algunos manantiales del sistema lacustre; además de que en temporada de lluvias aumentan los niveles de agua y por tanto del nivel freático, lo que podría afectar la navegabilidad de los canales y la permanencia de flora y fauna asociada al ecosistema, provocando un proceso de hundimiento y fracturas del suelo.

Todo esto, agrega el dictamen, ha provocado graves problemas de contaminación e impacto ambiental que “atentan” contra su condición de patrimonio mundial, cultural y natural y de zona sujeta a conservación ecológica.

En ese contexto, la diputada del PRD y vocera de su fracción de la Asamblea Legislativa, Nancy Cárdenas, informó que solicitará la comparecencia del jefe delegacional de Xochimilco, Uriel González, ante su imposibilidad de poner freno a los asentamientos irregulares en esa demarcación.

Junto al también diputado perredista y presidente de la Comisión de Gestión Integral del Agua de la ALDF, Daniel Salazar, la legisladora expresó que formalizará su petición ante el pleno de la Diputación Permanente, para que a la brevedad acuda dicho funcionario a detallar las acciones que se han realizado en su gestión, frente al problema de los asentamientos irregulares en suelo de conservación en la demarcación.

Fuente: La Jornada

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