¡Ya basta, no queremos aguas del DF!, gritan a FCH
25 marzo 2008Fuente: La Crónica de Hoy
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Al grito de “¡Señor Presidente, ya basta, no queremos las aguas del Distrito Federal, hagan sus plantas tratadoras!”, un grupo de ribereños de la localidad hidalguense de Tepetitlán despidió al primer mandatario, Felipe Calderón, quien minutos antes había puesto en marcha el Programa Nacional Hídrico y había anunciado la creación de un Fondo Nacional para el Tratamiento de Aguas Residuales.
Rodeado por miembros del Estado Mayor Presidencial, Calderón fue seguido por el grupo de habitantes que clamaban “estar hartos” y pedían justicia y agua limpia “para nuestra gente y para nuestras tierras”. En medio del polvo y del nauseabundo olor proveniente de la presa Endhó —la más contaminada del mundo de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU)—, una señora logró interceptar al Jefe del Ejecutivo y le reclamó: “¡Queremos justicia, señor Presidente. Estamos en la orilla de la presa, ustedes no sufren lo que nosotros sufrimos aquí!”. Por respuesta, el presidente Calderón expresó: “Ya lo dijimos ahí (en el presídium), yo lo veo, yo lo veo”… y enseguida enfiló hacia las camionetas que lo llevarían rumbo a los helicópteros con destino al Distrito Federal. Poco antes hubo un forcejeo entre miembros del Estado Mayor Presidencial y ribereños, algunos de ellos pertenecientes a la Comisión Nacional Plan de Ayala, Movimiento Nacional (CNPA-MN) y otros a la Federación Independiente Obrero Campesina (FIOC). Los ribereños lograron burlar el cerco de seguridad instrumentado con vallas por parte del EMP y extendieron las pancartas al paso del presidente Calderón; su osadía pretendió ser reprimida y fue entonces cuando de los codazos y empujones se pasó a la violencia verbal: “¡tapaderas, cabrones, déjennos poner las mantas, están en nuestro pueblo!”, se desgañitaba un señor que se mantuvo firme a los embates de los elementos del EMP. Fue ese mismo ribereño quien, en su empeño por denunciar su inconformidad, gritó a voz en cuello: “¡Aquí estamos presentes señor Zedillo!”… Las carcajadas de los presentes no se hicieron esperar, pero él de inmediato corrigió: “¡Ahhhh, me equivoqué!.. pues para que vean nada más, estoy atrasado porque también Zedillo dijo que iba a hacer plantas tratadoras, pero está bien. ¡Aquí estamos Felipe Calderón!”. Las mantas, en letras rojas y azules en las que se demandaba justicia y agua limpia —y que iban acompañadas de las siglas de las organizaciones en las que se agrupan los ribereños—, estuvieron expuestas durante todo el evento que encabezó el Presidente Calderón. La señora Yurizaret Uribe Montero, habitante de esta región, narró a los medios las malas experiencias que han vivido por la exposición a la contaminación de las aguas de la presa Endhó, que van desde cáncer en la piel, infecciones en ojos y dientes, en donde los principales afectados han sido los niños. El propio presidente Calderón, durante su discurso, admitió: “Yo recuerdo en mi gira por todo el país, a mi paso por esta región, recuerdo, efectivamente, el lirio, la nube de moscos, los niños, los animales, prácticamente con los ojos llenos de mosco, en situaciones verdaderamente inhumanas de vida”. Si bien la presa ya no tiene lirio acuático y se acabaron las nubes de moscos culex, el fétido olor a aguas negras persiste, mismo que proviene —a decir de los ribereños— de las aguas residuales que vierten todas las empresas, rastros municipales del estado de México y las aguas negras que son descargadas a esta presa desde el Distrito Federal. Presentan plan para reciclar el 60% de aguas residuales al finalizar el sexenio |