La batalla por el agua

30 marzo 2009

Fuente: Exonline.com, 28 de marzo de 2009 

Mariana Ledezma

Con ganancias de entre 850 y mil pesos por diez mil litros de agua potable, en tiempos de crisis económica las empresas que venden y transportan este recurso en pipas se dan el lujo de rechazar a clientes porque no se dan abasto para surtir a colonias como la Del Valle y Bosques de las Lomas, por citar dos ejemplos.

Esas colonias han sido perjudicadas por la suspensión en el suministro del líquido que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) lleva a cabo a principios de cada mes.

Empresas como Pipas Agua Potable, Agua los Manantiales, Sebastián Anaya y Servicios Hurtado dicen que las delegaciones con más demanda del recurso son Benito Juárez, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo. En éstas se ubican colonias Del Valle, Roma, Nápoles, Bosques de las Lomas y Lomas de Reforma, entre otras.

“Pagar. No hay de otra. O contratas el servicio o te quedas sin bañar porque las pipas, que ofrece el GDF, o no llegan a mi colonia o son muy pocas para una ciudad tan grande”, dice Guadalupe Ortiz, vecina de la Del Valle.

De acuerdo con trabajadores de las compañías que venden agua potable, la demanda ha crecido hasta 300 por ciento.

Ortiz ve una razón en eso. “Las autoridades capitalinas incumplen en reiniciar el suministro tres días después del recorte y el problema de la escasez se agrava cuando una pipa se tarda otro día más en surtir el agua. Ya estamos hablando de casi una semana”, se queja.

Rogelio Samperio López, administrador de Servicios Hurtado, asegura: “No nos damos abasto, incluso tenemos que dejar ir a los clientes porque se le da prioridad a los que, de alguna manera, ya son fijos”.

Cabe recordar que la administración de Marcelo Ebrard anunció en enero que recortaría el suministro de agua a principios de cada mes para dar mantenimiento al Sistema Cutzamala.

Para aminorar las afectaciones, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México spone de 400 pipas que transportan el recurso —tanto el líquido como el traslado son gratuitos— durante los días de recorte. Sin embargo, eso no es suficiente, porque en el caso de la Benito Juárez y Cuauhtémoc sólo hay seis de esos tanques, mientras que Tlalpan cuenta con 164.

Otro ejemplo de cómo padecen la escasez los ciudadanos es el que reflejan quienes viven en la delegación Álvaro Obregón. Si los vecinos de esta demarcación desean el recurso tienen que pagar 210 pesos por diez mil litros, que serán abastecidos hasta después de cinco días, pues depende del número de solicitudes que se deban atender.

Además del pago por este servicio, las familias necesitan esperar hasta dos días para que llegue la pipa, porque las distribuidoras del gobierno no alcanzan a cubrir todas las peticiones.

Octavio Sánchez, de la empresa privada Pipas Agua Potable, dice que “por el recorte al suministro de este mes hicimos hasta 40 viajes al día y tenemos nueve vehículos, pero además damos prioridad a negocios y clientes fijos”.

Las transportadoras de agua coinciden en que diez mil litros son suficientes para unas tres semanas. La optimización del recurso depende de los usuarios. Esa cantidad, dicen, basta para una familia de cuatro personas que se baña a diario, hace las labores del hogar, como lavar ropa y trastes. Si se ahorra, el agua puede alcanzar hasta para más de un mes.

El problema para quienes contratan las pipas es que no siempre tienen una cisterna en la que puedan almacenar diez mil litros, sino que la vierten en tinacos de mil 100 litros, aunque hayan pagado el servicio completo, el resto se lo llevan, y eso les significa otra ganancia.

“El agua no la regresamos. Si la quiere un vecino, y quien contrató el servicio está de acuerdo, le abastecemos, pero la casa debe estar al lado o enfrente. Darle el servicio a esa otra persona tiene un cargo extra, unos 100 pesos, porque invertimos más tiempo”, dice Samperio.

El problema mayor está en Iztapalapa. La escasez de este recurso público es más frecuente que sólo tres días al mes. En esa delegación dicen saber lo que es ahorrar.

Calientan agua para bañarse, economizan para lavar ropa, la piden a los vecinos de colonias aledañas y, si no hay de otra, esperan a que el gobierno la surta.

Las empresas transportadoras de agua potable se rehúsan a abastecer a más de dos casas porque les “sale más caro ir a Iztapalapa que a una zona del sur, si es que nos encontramos por este último rumbo. El precio también depende del flete”, explica un trabajador de Los Manantiales.

El Sistema Cutzamala suministra agua a diez delegaciones.

Para el tercer recorte, 9, 10, 11 y 12 de abril, el GDF tiene previstas 400 pipas para alrededor de 174 colonias, de acuerdo con informes oficiales de la administración local.

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