Las buenas intenciones pueden dañar al Nevado de Toluca

08 noviembre 2016

Foto: Diego Simón Sánchez / Cuartoscuro
 

Ese plan establece una zonificación en la que se describen con bastante claridad y sensatez científica las actividades permitidas y las no permitidas en lo que hasta hace unos años era un Parque Nacional y que desde el 2013 fue recategorizado como Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca. El Plan de Manejo parte de un diagnóstico detallado de la situación de deterioro a la que llevaron casi ocho décadas de abandono y mal manejo del Parque Nacional. Este diagnóstico muestra que como resultado de una política prohibicionista, sectorizada y carente de una visión integral del territorio, que no había permitido a los ejidos y comunidades contar con programas de aprovechamiento basados en modelos silvícolas sustentables, existen en la zona extensas zonas gravemente plagadas, además de tala descontrolada y nociva, cambio de uso de suelo para agricultura, ganadería y asentamientos humanos desordenados, y otros impactos negativos que sólo recientemente se ha logrado comenzar a revertir.

El plan de manejo de la nueva Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca, busca abordar las causas de la deforestación y enfrentar sus efectos mediante una propuesta integral que incluye la delimitación de zonas de protección, de uso restringido, de preservación, de recuperación, zonas de aprovechamiento para usos forestales y agropecuarios y zonas de uso público de turismo sustentable de muy bajo impacto. Reconoce también zonas de asentamientos humanos que existen en la región desde tiempos ancestrales y otras de origen más reciente. Todos estos usos de suelo ya ocurren actualmente, y el plan de manejo busca armonizarlos y regularlos en una estrategia de sustentabilidad que tiene el objetivo de recuperar el bosque e impedir que el cambio de uso de suelo siga ocurriendo.

Es importante aclarar que el Plan de Manejo del Nevado, publicado recientemente, establece zonas para diferentes actividades, incluyendo más de 17 mil hectáreas donde eventualmente se podrán emprender acciones de aprovechamiento forestal sustentable, pero no constituye en sí una autorización para el aprovechamiento de los recursos maderables o no maderables. Esta autorización debe provenir de un estudio y un plan de aprovechamiento específico que de acuerdo a la ley forestal vigente se debe elaborar para cada caso, para cada uno de los ejidos que hay en la zona y que debe basarse en estudios detallados de la demografía y la dinámica forestal, biodiversidad, tasas de crecimiento, tipos de suelo, pendientes, etc, así como de la definición de un modelo silvícola apropiado que incluya los volúmenes, ciclos y ritmos de aprovechamiento, y las medidas de restauración, cuidado y vigilancia necesarias para preservar el bosque. También vale la pena aclarar que el plan de manejo publicado prohíbe el cambio de uso de suelo y la construcción de infraestructura tal como campos de golf, fraccionamientos, pistas de esquí y otro tipo de desarrollos inmobiliarios.

Varias organizaciones civiles e instancias académicas han documentado y respaldado en todo el país iniciativas de manejo forestal comunitario como una estrategia fundamental para la conservación de los ecosistemas forestales. Más de 2,400 ejidos y comunidades mexicanas instrumentan un manejo forestal autorizado y basado en planes de manejo, y cerca de mil tienen empresas forestales comunitarias. Casi un millón de hectáreas cuenta con certificados FSC de buen manejo forestal que cumplen con los más altos estándares internacionales, y otros dos millones tienen certificación con estándares nacionales. Otros Parques Nacionales y áreas protegidas debieran contar con ese tipo de planes de manejo y certificados que permitieran a las comunidades y ejidos el aprovechamiento forestal sustentable; por todo esto la inclusión de esta categoría de manejo en varias sub zonas dentro del plan del Nevado de Toluca es un gran acierto.

La Unión de Ejidos Emiliano Zapata en la región de Amanalco, que incluye varios ejidos dentro del área del Nevado de Toluca, lleva cerca de 35 años instrumentando un aprovechamiento forestal basado en planes de manejo en zonas aledañas al Nevado. La región manejada por los ejidos de esta Unión, donde se lleva a cabo aprovechamiento maderable, tiene actualmente una tasa de deforestación cero, es decir, en la zona bajo su manejo no existe deforestación, pese a que se extraen productos forestales maderables. Esto se logra mediante la implementación de un modelo silvícola que incluye el conocimiento y observancia de la tasas de incremento de la masa forestal, la implementación de actividades de silvicultura, como podas y aclareos, además de la instrumentación de programas de manejo del fuego, control y combate de plagas, restauración de suelos, promoción del renuevo natural y respaldo con reforestación cuando es necesario, además de vigilancia y de promoción de actividades agrícolas sustentables, como la agricultura orgánica y agricultura de conservación en las zonas aledañas al bosque. El aprovechamiento forestal permite a las comunidades tener empleos e ingresos, y comprometerse con las actividades necesarias para la conservación a largo plazo del recurso forestal. Las comunidades que se benefician del manejo forestal sustentable, se convierten en los principales interesados y aliados para combatir la tala ilegal, lo cual conlleva seguridad y paz en el territorio.

El manejo integrado de varios ejidos de la cuenca de Amanalco a manos de la Unión de Ejidos, ha permitido recuperar servicios ambientales fundamentales, como la infiltración de agua y recarga de los acuíferos, la recuperación de suelos y la reversión de procesos de erosión, el incremento de la biomasa y la captura de carbono en los bosques. El Manejo Forestal Sustentable incluye acciones de conservación y protección de los altos valores de conservación, tales como: hábitat para la biodiversidad, zonas de provisión de agua, sitios de valor cultural, ecosistemas frágiles, etc., y se basa en programas autorizados y auditados por las autoridades forestales.

La recategorización del Nevado de Toluca y la publicación de su plan de manejo permitirá extender las experiencias que la Unión de Ejidos Emiliano Zapata ha instrumentado en Amanalco, a otros ejidos y comunidades de la región, lo que no sólo beneficiará al bosque sino también a las comunidades que son sus dueños.

Algunos ciudadanos preocupados por la conservación del bosque iniciaron hace unos días una petición en la plataforma Change.org, a partir de una nota bien intencionada pero no suficientemente informada aparecida en varios medios nacionales. En un par de días había casi cien mil firmas apoyando la petición en contra del plan de manejo del Nevado, lo cual por un lado resulta alentador para quienes nos dedicamos al cuidado del bosque, pues muestra que hay una gran disposición y preocupación por el estado de los bosques. Pero por otro lado muestra algo que hace tiempo hemos venido enfrentando: las buenas intenciones conservacionistas no necesariamente están suficientemente informadas y no siempre ayudan a los esfuerzos de conservación y manejo sustentable. La negativa al manejo y aprovechamiento forestal parece una buena idea cuando se ve desde las ciudades, pero cuando se vive, se estudia y se trabaja con los comuneros y ejidatarios, con los técnicos y con los científicos dedicados a la conservación de los bosques, nos damos cuenta que para muchos ecosistemas una estrategia de conservación muy efectiva es el manejo, la instrumentación de prácticas silvícolas y el aprovechamiento. La política de ‘no tocar’, en el caso del bosque, y pese a que resulta difícil de entender, es una política equivocada que en muchos casos ha tenido consecuencias negativas para la conservación de los bosques en nuestro país. Curiosamente esto nos lleva a abrir una discusión y cuestionar la validez absoluta y la responsabilidad de los medios de consulta y participación basados en redes sociales. Este es un buen ejemplo de cómo una buena intención insuficientemente fundamentada y promovida masivamente mediante una red social tan prestigiosa como Change.org puede llegar a tener un efecto claramente contraproducente.

Considero que una gran ayuda que puede brindar la ciudadanía para contribuir a conservar los bosques, es promover el consumo responsable de productos forestales, comprar productos de madera nacionales, exigir que exista constancia de su origen legal y demandar que cuenten con certificados como el del FSC, la NMX u otros certificados reconocidos. Es deseable que la cuna, la mesa, la cama, la puerta, el pupitre y la casa misma sean de madera, pues el consumo responsable de madera promueve la conservación de los bosques y el bienestar de las comunidades, además de ser un material noble y hermoso, pero es necesario asegurarnos del origen legal y sustentable de todos los productos forestales. El plan de manejo del Nevado de Toluca es un acierto en esa dirección, el manejo forestal sustentable no sólo detendrá la deforestación sino también incrementará la cobertura de la masa forestal. La presencia de actores tan disímiles en la conferencia de prensa mencionada más arriba, defendiendo juntos un plan de manejo basado en principios tan avanzados, es una nota positiva y esperanzadora en un bosque tupido de malas noticias.


03 de noviembre de 2016
Fuente: Aristegui Noticias
Nota de Raúl Benet

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