Mancha urbana devorará al sur; amenaza suelo de conservación

22 noviembre 2016

Gráfico: Luis Flores. Tomado de Excélsior
 

Lo anterior está propiciando la ausencia de áreas que capten contaminantes, que produzcan oxígeno para los capitalinos y que permitan la filtración de agua pluvial, así como la reducción de la radiación solar.

El estudio Tendencias Territoriales determinantes del futuro de la Ciudad de Méxicoadvierte que en la última década el sur de la capital ha experimentado la fragmentación urbana, debido a que el norte, oriente y poniente están a 100 por ciento de su ocupación urbana, por lo que las delegaciones Tlalpan, Xochimilco y Tláhuac están a un paso de perder su suelo de conservación y zona arbolada.

De hecho, la proyección indica que la mancha urbana gana terreno porque existen malas prácticas de manejo forestal, por falta de vigilancia de los bosques, deficiente seguimiento de las políticas ambientales y programas de ordenación territorial, así como por la ausencia de monitoreo de las condiciones de los bosques y zonas de conservación.

Ante esta situación, se requiere contar con herramientas que ayuden a un monitoreo más confiable para resguardar el suelo de conservación de la Ciudad de México”, de lo contrario, se quedará sin espacios verdes de alto valor ecológico.

El diagnóstico y proyección elaborados por el Centro de Investigación en Geografía y Geomática (Centro Geo), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en este estudio, y que será presentado en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara que inicia el 26 de noviembre, revela que en 2015 estas tres delegaciones del sur han concentrado el crecimiento urbano en la Ciudad de México, en contraste con Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Benito Juárez y Azcapotzalco, donde ya no hay hacia dónde crecer.

Pero lo alarmante es que para el año 2030, el crecimiento urbano habrá ocupado zonas ambientales de Tláhuac y Xochimilco.

Hace 20 años, Azcapotzalco, Iztacalco, Venustiano Carranza, Coyoacán, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc e Iztapalapa ya tenían entre 80% y 100% de sus superficies cubiertas por asentamientos humanos, mientras que Álvaro Obregón tenía una ocupación urbana de 60%, pero en los casos de Tláhuac y Xochimilco no tenían ni 40% de su superficie ocupada por asentamientos humanos.

Sin embargo, dentro de tres lustros ambas delegaciones del sur de la capital no contarán con los espacios agrícolas y ambientales que aún conservan, debido a que el crecimiento urbano los está absorbiendo y el oxígeno que llega contiene más metales pesados.

En 2015, Álvaro Obregón alcanzó 70% de ocupación y Cuajimalpa, Xochimilco y Tláhuac entre 40% y 60%, siendo Milpa Alta la única delegación que se mantiene con una ocupación urbana que no rebasa 20%”, detalla el pronóstico elaborado por la investigadora Nirani Corona Romero.

Se espera que Tláhuac y Xochimilco alcancen una ocupación de alrededor de 70%, ya que estas dos delegaciones, junto con Tlalpan, tendrán los mayores incrementos urbanos superiores a las mil hectáreas, que equivalen a 159 veces la superficie del Estadio Azteca.

En ese orden de crecimiento de asentamientos siguen Iztapalapa, Álvaro Obregón, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, con crecimiento por arriba de las 100 hectáreas.

El diagnóstico territorial que hizo el Centro Geo muestra que mientras hace un año Xochimilco ocupaba el segundo lugar en incremento urbano y Tláhuac el sexto, dentro de 14 años esta última tendrá el incremento urbano más alto de las 16 delegaciones, dejando a Xochimilco en segundo y a Tlalpan en tercero.

El problema, alerta el análisis, es que “esta ocupación ha ocurrido a costa de los recursos naturales, pues el crecimiento se ha llevado a cabo sobre la demarcación del suelo de conservación y de seguir la tendencia actual, el pronóstico indica que éste habrá sido más una reserva para el establecimiento de asentamientos humanos que una zona de conservación de recursos naturales”.

Tras hacer proyecciones, el libro que será presentado en los próximos días alerta que, pese a que la mayoría de las delegaciones que poseen suelo de conservación todavía cuentan con zonas destinadas al aprovechamiento, la expansión urbana se está dando y seguirá hacia las regiones de conservación y protección”.

Por tanto, la tendencia territorial muestra que la mancha urbana devorará a Tláhuac y a Xochimilco, “invadiendo zonas de conservación y protección que son importantes para el buen vivir de los habitantes de la ciudad”.

El estudio señala que sólo 26% de las áreas naturales protegidas cuenta con estrategias específicas para el manejo ambiental, además de que sólo 8.4% de las áreas arboladas cuenta con un programa de manejo ambiental, “es decir, existe una gran cantidad de áreas arboladas sin ningún instrumento que determine las estrategias de conservación y uso de esos espacios”.


22 de noviembre de 2016
Fuente: Excélsior

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