Mata sequía 3 mil reses en Altamira
01 junio 201101 de junio de 2011
Fuente: Milenio
Nota de Anahy Meza
Algunas reses, en el Ejido Cervantes, buscaban alimento en una crítica temporada de estiaje
La intensa sequía que golpea al municipio de Altamira, desde hace 9 meses, ha dejado pérdidas ya de 21 millones de pesos en el sector ganadero; hasta el momento, han fallecido, de hambre y sed, tres mil cabezas de ganado.
Tan sólo en el sector social, hay un padrón de 17 mil vacas, de un total de 1,100 productores, y en este momento alimentarlas y darles de beber se ha vuelto una situación complicada para los criadores de ganado.
La falta de lluvia ha provocado que no haya pasto para que las vacas coman, y los incendios de pastizales provocados por las altas temperaturas han agudizado la situación, dijo el presidente de la Ganadera Local Social, José Luis Padrón.
Explicó que en este momento hay 3 mil vacas que han muerto de sed y de hambre, lo que representa una perdida de 21 millones para el sector ganadero; el valor de cada animal oscilaba hasta en 7 mil pesos.
Aseguró que en este momento la intención de los ganadores, ya no es que engorden, objetivo principal para poder venderlas, sino que se mantengan y no mueran, lo que representa un gasto entre 10 y 12 pesos diarios por animal.
Los productores tienen que comprar forraje para alimentar a sus animales. Lo normal es que una vaca coma una paca de forma diaria, sin embargo, debido a la situación económica tienen que repartir esta porción entre tres animales, haciendo la mezcla con melaza y alimento.
Para un ganadero dar de comer a 40 reses en un mes implica un gasto de 15 mil pesos.
“La sequía provoca un aumento en los insumos para darles de comer a los animales, ahorita estamos alimentando con una paca hasta tres animales, por cada vaca se gastan hasta 12 pesos diarios por cada res”.
Darles de beber también se ha vuelto complicado, pues el 60 por ciento de las 2 mil represas que existen en el municipio, donde beben las vacas, están completamente secas, el resto está apunto de ponerse en las mismas condiciones.
La situación ha afectado el precio de los animales, pues las vacas que deberían pesar 600 kilos, están en 250 ó 300; por ello, el precio ha caído hasta 8 pesos por kilo, cuando los productores deberían recibir 14 pesos por kilo, por una vaca gorda.
Pese a ello, muchos ganaderos prefieren venderlas a bajo precio que arriesgarse a que mueran, dijo el presidente de la Ganadera Local Social, quien aseguró que el problema podría provocar un aumento en los productos cárnicos.