México suscribe Protocolo de Nagoya
24 febrero 201124 de febrero de 2011
Fuente: Prensa Latina
Naciones Unidas, 24 feb (PL) México suscribió hoy el Protocolo de Nagoya sobre la protección de la biodiversidad y la repartición de los beneficios de ese trabajo de forma más equitativa para el 2020.
El instrumento forma parte de la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB) y fue abierto a la firma de los Estados miembros el pasado 2 de febrero, cuando lo rubricaron Colombia, Brasil, Argelia y Yemen.
La adhesión mexicana estuvo a cargo del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira, quien afirmó que el texto de Nagoya es un logro internacional en la preservación y uso racional y sostenible de la biodiversidad.
México quiere trabajar en esa dirección y enviar un mensaje al resto de los Estados para que suscriban el protocolo lo antes posible, apuntó el ministro en conferencia de prensa en la sede de la ONU en Nueva York.
Uno solo país no puede proteger toda la biodiversidad y por eso debemos sumarnos al documento de Nagoya, dijo Elvira.
El Protocolo podrá ser suscrito hasta el 1 de febrero del próximo año y también establece las normas para el acceso y la participación en los beneficios que aportan los recursos genéticos.
El texto fue concluido en una reunión celebrada en octubre pasado en la ciudad japonesa de Nagoya y su objetivo es la protección de las especies y los ecosistemas y repartir los dividendos de ese trabajo de forma más equitativa para el 2020.
Como uno de los aspectos esenciales, el acuerdo aumenta de 13 al 17 por ciento el total del área de tierras protegidas del planeta y de uno al 10 por ciento el de los océanos.
Según datos de la ONU, en el presente hay casi 48 mil especies amenazadas en todo el mundo y 17 mil de ellas están en peligro de extinción.
Ese riesgo afecta al 21 por ciento de los mamíferos, el 30 de los anfibios, el 12 de las aves, el 28 de los reptiles, el 37 de los peces de agua dulce, el 70 de las plantas y el 35 de los invertebrados.
El Protocolo de Nagoya incluye un plan estratégico de 10 años sobre las acciones destinadas a la salvación de la biodiversidad y al logro de las metas de la CDB, en vigor desde 1993, así como las referidas a la financiación para la lucha en esa materia.
Un reciente estudio del Programa de la ONU para el Medio Ambiente indica que la merma de biodiversidad obedece a la sobreexplotación, la contaminación, la invasión de especies ajenas, el cambio climático y las modificaciones del hábitat.
Para su entrada en vigor, el Protocolo de Nagoya requiere la firma y ratificación de 50 Estados.
El mundo acaba de celebrar en el 2010 el Año Internacional de la Biodiversidad y de comenzar el 2011, dedicado a los bosques con el objetivo de elevar la conciencia sobre la conservación y desarrollo sostenible de la floresta.