No hay “blindaje” en manglares

03 febrero 2011

2 de febrero de 2011
Fuente: El Periódico de Quintana Roo

Por Adriana Varillas

Mientras a nivel mundial se celebra hoy el Día Internacional de los Humedales, en Quintana Roo los empresarios insisten en presionar a las autoridades para reducir la protección de los manglares.

Este tipo de humedal es un ecosistema fundamental para las actividades productivas y económicas de comunidades pesqueras; es un recurso que filtra las aguas de contaminantes, un sistema ligado a los arrecifes de coral para proteger a las zonas costeras de los huracanes y, un aliado para regular la temperatura de los océanos y paliar así los efectos del cambio climático.

Si bien la conciencia entre la iniciativa privada, acerca de la importancia de los manglares, ha crecido lentamente –por convencimiento propio o coacción legal- la desinformación sobre los alcances reales -técnicos y jurídicos- del marco legal que regula el aprovechamiento y conservación de los humedales, ha perjudicado al ecosistema y a los propios desarrolladores.

Hace cuatro años, el empresariado local conformó un bloque para incidir en la decisión del presidente de la República, Felipe Calderón, quien estaba por enviar a publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto que adicionaba un artículo 60 TER a la Ley General de Vida Silvestre (LGVS).

Dicho artículo –de carácter restrictivo- condiciona el aprovechamiento de los manglares mexicanos, a que no sea dañado su flujo hidrológico, es decir, que no se interrumpa su intercambio de agua, al seccionarlos, segmentarlos o fraccionarlos.

La incorrecta interpretación de dicho artículo, la palabra “prohibido” y la resistencia de los desarrolladores hacia los límites, desencadenó una cruzada en contra de las modificaciones a la LGVS, cuyo decreto fue publicado finalmente en el DOF, un dos de febrero del 2007.

Desde entonces y hasta el año pasado, iniciativas de contra reforma del artículo 60 TER, fueron y vinieron lo mismo en la Cámara de Diputados, que en la de Senadores, principalmente impulsadas desde la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que inicialmente era apoyado en la odisea por el Partido Acción Nacional (PAN) que, a fuerza de ver al propio Calderón como principal defensor de los manglares, abandonó el empeño por hacer más laxo el marco legal que le protege.

Después de abogados, cabildeos intensos y amenazas que insistían en la fuga de inversiones y en la supuesta parálisis del desarrollo, los empresarios comenzaron a entender que debían adecuar –gustosos o no- sus proyectos al nuevo escenario.

De ese esfuerzo técnico y económico, han surgido proyectos modelo en Quintana Roo, construidos en zonas de humedal, como el complejo Mayacobá y Hacienda Tres Ríos, de los consorcios OHL y Sunset.

Una empresa española y otra mexicana, OHL y Sunset han comprobado que cuidar los manglares es mucho más redituable económicamente, que talarlos; pero también han demostrado a través de sus viveros, que el resembrado del manglar y su restauración, es posible, lo cual derrumba uno de los mitos que rodean a este importante recurso.

Sus resultados han sido inspiración para otros proyectos hoteleros o condominales y la postura de otros desarrolladores con respecto al marco normativo que regula el aprovechamiento del manglar, se fue mesurando.

Sin embargo, recientemente el ánimo de los empresarios volvió a tensarse ante la re-categorización de los manglares, que pasaron de especies de protección especial, a especies amenazadas, como parte de las modificaciones hechas a la Norma Oficial Mexicana 059-Semarnat-2010, publicada en el DOF el 30 de diciembre pasado.

Los cambios entrarán en vigor en marzo próximo, pero el Consejo Coordinador Empresarial y del Caribe (CCEyC), anunció semanas atrás que cabildeará para impedirlo, pues ven en esta medida, no un reforzamiento en la protección del recurso, sino la cancelación de su aprovechamiento.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aclaró el fin de semana que los parámetros para construir en zonas de humedal, específicamente en donde hay manglares, siguen intactos, pues la LGVS y su artículo 60 TER, no ha sufrido cambio alguno.

La reclasificación de los manglares dentro de la NOM-059 representan un guiño para las autoridades que evalúan los proyectos en zonas de humedal, que les indica que la especie es amenazada y que deben tener mayor cuidado al momento de emitir un dictamen; no obstante, la norma les remite a lo que indica la ley, que mantiene las mismas restricciones que hace cuatro años.

Lo anterior desecha la versión de que las modificaciones a la NOM-059 cancelan toda posibilidad de construir en zonas de manglar, como han aseverado algunos empresarios.

Qué son los manglares…

En México existen cuatro tipos de manglar: el Rojo, el Negro, el de Botoncillo y el Blanco.

Los manglares son una suerte de troncos que la mayor parte del año permanecen parcial o totalmente cubiertos de agua. Alcanzan longitudes de entre 20 a 25 metros de altura. Sus raíces las tiene parcialmente sobre la superficie o fuera del agua, para obtener oxígeno.

El manglar botoncillo crece en terrenos que permanecen secos la mayor parte del tiempo o que nunca se inundan, así que tiene raíces normales.

En los manglares abunda el alimento, por lo que constituyen un magnifico refugio y sitio de anidación para numerosas especies de animales y plantas, como algas, moluscos, peces o aves.

Habitan en ellos una gran cantidad de esponjas, estrellas de mar, anémonas, erizos, cangrejos, almejas caracoles  pepinos de mar, camarones, langostas, gusanos, algas, jaibas, mojarras; entre su follaje se mueven mapaches, iguanas, serpientes y lagartijas, así como fragatas, gaitanes, pelícanos, ibis, espátulas, garzas, camachos, y garzones.

Los humedales también actúan como gigantescos sistemas de purificación de agua, al permitir la eliminación de considerables cantidades de desechos orgánicos, residuos industriales, materiales tóxicos y otras sustancias nocivas.

Según los científicos, su trabajo equivale al de una planta tratadora de aguas negras, lo que no significa que sean inmunes a la contaminación y sean usados ilimitadamente como cloacas.

También participan en el proceso de retención y conservación del agua de las lluvias, permitiendo que se infiltren lentamente y recargue los mantos subterráneos.

En las regiones costeras los manglares dan protección durante las tormentas y huracanes a las viviendas y edificios costeros en general.

Artículos relacionados
Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El agua es vida, pero ¿Qué pasa cuando no tenemos acceso agua de calidad?  ¿Sabes a qué enfermedades nos exponemos?   ¿Qué sabes sobre el tema?

¡Pon a prueba tus conocimientos en este tema! ¡Y diviértete!

 Ir a la trivia