Paneles solares para extender el riego
18 septiembre 201714 de septiembre de 2017
Fuente: Río Negro
Nota: Juan Pablo Grigioni
Si bien la Argentina es conocida mundialmente por sus tierras fértiles, capaces de producir miles de toneladas de carne y granos, también existen grandes extensiones áridas donde el agua es un bien preciado y difícil de conseguir.
Además de la falta de agua, la posibilidad de realizar tareas agropecuarias en más del 60 por ciento del territorio del país empeora en los lugares sin acceso al servicio de electricidad.
Para intentar solucionar este problema, técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrollaron diferentes tecnologías de acceso al agua subterránea (disponible a partir de los diez metros de profundidad) a través de bombas solares.
“El agua que se extrae es para exclusivo uso productivo, ya que el agua potable es jurisdicción de los estados provinciales”, aclara Guillermo Baudino, director del Centro INTI-Salta. Precisó que en general “se trabaja con el primer acuífero, que es de uso libre, a profundidades de hasta 40 metros, aunque se han gestionado permisos especiales para profundidades mayores”.
Las bombas solares ya se han instalado en 22 comunidades del país, principalmente en la zona norte.
Baudino comentó que están trabajando con bombas de hasta 0,25 HP, que pueden extraer aproximadamente 5.000 litros de agua por día a profundidades de hasta 40 metros y explicó que para grandes superficies es necesario instalar varias bombas porque “los acuíferos y napas utilizados son en general son de pequeñas dimensiones y baja productividad”.
“Existen paneles solares y bombas en el mercado, y su instalación es relativamente sencilla. Lo complicado es el acceso a los acuíferos ya que no están distribuidos en forma homogénea en el territorio y varían en profundidad, espesor, productividad y calidad”, explicó y remarcó que el aporte del INTI “está en la integración de las metodologías de captación de los acuíferos con la de extracción”.
Si los pozos o perforaciones son construidos de acuerdo a la metodología que propone el organismo, el agua sale sin arena y la vida útil de las bombas se puede extender entre cinco y diez años sin mantenimiento. En tanto, los paneles apenas requieren una limpieza periódica con agua para retirar el polvo acumulado.
Una contra que tiene el sistema es el costo: una familia tendrá que invertir cerca de 3.000 dólares, a lo que hay que sumarle el costo de la captación, que dependerá de la profundidad del acuífero.
“Estamos capacitando a técnicos y productores para que en las zonas en que el proyecto sea factible las comunidades puedan construir sus obras de captación”, explicó Baudino.
Las perforaciones para obtener el líquido llegan hasta los 40 metros. Se utilizan equipos de 0,25 HP que pueden entregar hasta 5.000 litros por día. Cuesta u$s 3.000.
Regar zonas áridas
Una apuesta accesible
- A pesar de que en el país la oferta hídrica media anual es elevada (superior a 22.500 metros cúbicos por habitante), su distribución es muy irregular. Incluso en las regiones áridas el acceso al agua se encuentra por debajo del límite de stress hídrico.
- En busca de paliar esta situación, desde 2012 el Centro INTI-Salta viene desarrollando el plan de trabajo Tecnologías de Acceso al Agua, con el objetivo de hacer viable la actividad agropecuaria. “Es importante aclarar que la captación de agua no es para consumo humano sino que focalizamos el trabajo en el agregado de valor a la agricultura familiar”, señaló el director del Centro, Guillermo Baudino.
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