• Home
• Nacionales
• Presentan libro Zapalinamé. Montaña-Agua-Memoria

Presentan libro Zapalinamé. Montaña-Agua-Memoria

18 noviembre 2016

En el marco de los 15 años de Aguas de Saltillo, Jordi Bosch encabezó la presentación del libro Zapalinamé. Montaña-Agua-Memoria, junto con el autor Carlos Manuel Valdés. Foto topada de El Diario de Coahuila
 

El gerente de Aguas de Saltillo explicó de esta manera los 15 años de historia de la empresa en la ciudad, que se resume a la eficiencia, pues mientras la población creció en un 70 por ciento, el aumento en la extracción del agua sólo fue del 16 por ciento.

Bosch encabezó la presentación del libro Zapalinamé. Montaña-Agua-Memoria, con el que se le rinde tributo a la sierra, considerada la principal fuente de agua para el valle de Saltillo y que a lo largo de la historia de esta región le ha dado sustentabilidad.

Hizo un reconocimiento a la asociación civil Profauna, por su tarea de proteger la sierra y preservar el agua, así como de colaborar con el proyecto de reforestación anual, donde se siembran mil 500 arbolitos, con los recursos que aportan los usuarios.

 

AGUA, PIEZA CLAVE

El libro fue escrito por el historiador Carlos Manuel Valdés Dávila y su equipo de colaboradores. Ahí se documenta la forma en que el agua es pieza clave en la historia de este valle y sus pobladores.

De Zapalinamé se extrae un 30 por ciento del agua que se distribuye a la población de Saltillo. Es dulce, joven y ligera. Mientras que la de Carneros es más antigua y con más sales minerales.

En su exposición, Bosch hizo hincapié en la necesidad de cuidar la Sierra de Zapalinamé y preservar las zonas de recarga, que ahora se ven amenazadas con carreteras y construcciones.

Lo que se debe hacer, dijo, es continuar con la reforestación, porque con ello se genera suelo para la retención y filtración del agua.

En su intervención, el autor del libro se refirió a la forma en que los habitantes han afectado el medio ambiente. En 11 mil años de vivir en esta zona, los indios no habían depredado los recursos naturales.

En tanto que en 250 años de ocupación española, hay un notable daño al medio ambiente. Sin embargo, en 40 años de las empresas de hilados y tejidos, ocasionaron una mayor afectación que todo lo que se hizo en la época colonial.

También lamenta que la mayor afectación o el remate se dio con la llegada del ferrocarril, pues se tumbaron 100 mil encinos para la colocación de durmientes en las vías. Con ello, también se acabaron los guajolotes, pues de ese árbol obtenían el alimento que les generaba la grasa para soportar las bajas temperaturas en la sierra.

HISTORIAS

El libro contiene historias de la gente de las comunidades de Zapalinamé. Durante el reparto agrario, el general Lázaro Cárdenas condicionó la entrega de la tierra a cuidar el bosque y evitar incendios forestales. Es decir, las parcelas a cambio de preservar la naturaleza. Esa fue la obligación que les dejó el presidente.

Otro dato es que los campesinos del ejido El Recreo rechazaron la tierra, porque consideraban eso como una traición a su anterior patrón, aunque eso no fue obstáculo, porque Cárdenas los obligó a aceptar la parcela.

También se encontró registro de escuelas en las haciendas, para los hijos de los campesinos y además obligaban a los padres para mandar a estudiar a sus descendientes. De tal forma que en el acta de reparto de tierras en el ejido Chapultepec, los campesinos sabían leer y escribir. Esto es algo fuera de lo común, porque la mayoría de los hacendados no daban ese beneficio a sus trabajadores.

Al evento asistió Collins Camp, director de Infraestructura en el Ayuntamiento local, con la representación del alcalde Isidro López Villarreal.

El origen 

Zapalinamé era un indio huachichil que era buscado por la destrucción de un convento y la muerte de un fraile. Se escondió en la Sierra (que ahora lleva su nombre). Hay registro que después vivió y murió en el valle, lo que indica que obtuvo el perdón y además fue bautizado, porque después llevaba el nombre de Juan de Zapalinamé.

---

18 de noviembre de 2016
Fuente: Diario de Coahuila
Nota de Daniel Valdés