Prevalecen riesgos en El Barreal, a 5 años de que inició desarrollo

04 agosto 2009

4 de agosto de 2009
Fuente: El Diario
Por Sandra Rodríguez Nieto

Cinco años después de que se aprobó la urbanización de la zona lacustre de El Barreal, el incumplimiento del grupo de particulares que desarrolló la zona sin las obras requeridas para evitar las inundaciones tiene todavía en peligro a miles de familias y sigue siendo un gasto para todos los juarenses.

Este año, el gobierno tuvo que erogar 14.3 millones de pesos para “reconstruir” los diques necesarios para contener el agua en la parte alta, en la colonia Santa Elena, obra que desde 2003 se habían comprometido a hacer los propietarios de la tierra y que, sin embargo, fue de tan mala calidad que provocó las inundaciones de 2006 y 2008.

También, y por si estos diques “aguas arriba” no son suficientes, a unos metros de los fraccionamientos ya construidos, el gobierno municipal acaba de realizar una vialidad-bordo de cinco kilómetros de largo y 1.6 metros de alto que se busca contenga el agua ya en la laguna.

Así es que, en total, el actual gobierno municipal tuvo que destinar 33.4 millones de pesos para la protección de cientos de familias que, todavía a la fecha, siguen llegando a vivir a los fraccionamientos construidos sobre el lecho de la antigua Laguna de Patos.

De acuerdo con el regidor panista José Mario Sánchez Soledad, si bien el gobierno municipal está obligado a realizar las obras en beneficio de la población que ya vive ahí, el gasto significa, de cualquier forma, un subsidio para los particulares que por años han incumplido con la obligación de construir las obras que eviten las inundaciones.

“Parte de esta infraestructura es la que se debió haber cumplido en el convenio de Jesús Alfredo Delgado, cuando se autorizaron los desarrollos por primera vez. En ese entonces se les pidió que construyeran el sistema de diques en la colonia Santa Elena, pero cuando se hizo la investigación por parte de la comisión de El Barreal, el año pasado, hicimos claro que no se cumplió con este convenio”, dijo el regidor panista, integrante de la comisión edilicia que en 2008 indagó los motivos de la inundaciones en la zona.

El convenio al que se refiere el regidor data de abril de 2003, cuando los particulares que buscaban construir en la zona se comprometieron, desde entonces y antes de la urbanización, a pagar y ejecutar la construcción de diques en la colonia Santa Elena.

“Los particulares se obligan a construir y ejecutar a su costa las obras de ingeniería civil consistentes en la construcción de dos diques que determine la dependencia competente, y el vaso de retención correspondiente bajo el tipo de obra identificado como “diques” Santa Elena 1 y 2 con un volumen de 280 mil metros cúbicos de captación (…) contribuyendo así a la solución de las necesidades de infraestructura pluvial de la zona, de acuerdo al estudio denominado cuenca Zona VIII El Barreal”, dice el documento de entonces.

Los particulares que se comprometieron a construir dicha infraestructura, se ha difundido ampliamente desde 2008, eran el ex alcalde priísta Manuel Quevedo Reyes y otros dos propietarios que hoy ocupan cargos públicos clave para la definición del crecimiento de Ciudad Juárez: Ernesto Mendoza Viveros, presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, y Carlos Corona Tarango, actual director del Control de la Planeación del gobierno local.

Las nuevas obras
La laguna que se forma en el Barreal es una cuenca cerrada de unas 16 hectáreas que se ubica en el extremo sur de Ciudad Juárez, a un costado de la glorieta del Kilómetro 20, desde donde parten en diagonal los cinco kilómetros de la nueva vialidad-bordo que terminan al pie de la planta Flextronics.

A lo largo de esta nueva calle de terracería, en el costado surponiente, una treintena de vasos de infiltración de hasta 18 metros de profundidad denota la consistencia arcillosa que caracteriza el suelo del lugar e impide la filtración del agua.

Esa obra se empezó a construir en febrero pasado y, de acuerdo con la Dirección de Desarrollo Urbano, la intención es que proteja a la zona ubicada en el nororiente –donde están fraccionamientos como Las Almeras, Villas del Sur, Palmas del Sol, Praderas del Sol, Los Arcos, Terranova, entre otros– mientras que el agua se concentrará en el surponiente, donde están los vasos de infiltración.

La obra es adicional a la reconstrucción de cinco diques que forman un sistema de captación en la colonia Granjas Santa Elena –ubicada al poniente de la carretera Panamericana.

En los diques de Santa Elena, informó la Dirección de Desarrollo Urbano, se retiraron los bordos existentes y se construyeron nuevos vertederos de concreto de 10 metros de ancho y, en total, se trabajó en una superficie capaz de albergar 90 mil metros cuadrados de agua.

“Todas las obras del Barreal se calcularon y diseñaron bajo las especificaciones que marcan la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), y serán entregadas en un lapso aproximado de dos semanas”, indicó una reciente ficha informativa del gobierno.

“Con todos estos trabajos se prevé que no se va a volver a presentar una situación similar a la del 2008 ya que se atendió la infraestructura hidráulica aguas arriba de la zona de El Barreal y dentro de la zona habitada”, agregó la información.

Reto al agua
Pese a que la vialidad se construyó para evitar más inundaciones en la zona, los desastres no han detenido la construcción de vivienda y todavía, apenas unos metros al nororiente de la nueva calle-bordo, está en obras el nuevo fraccionamiento Valle del Marqués, de la constructora Viveica.

Ahí reside desde marzo pasado Edith Parra, una madre de familia de 38 años que dice no temer a las inundaciones desde que, después de unos días de lluvia en 2008, la constructora le dio un “tour” en el que pudo constatar que no se habían formado ni charcos en la colonia.

“Sí consideré cancelar el crédito, pero después de la visita vi que era un fraccionamiento seguro, y al rato esto va a estar lleno, aunque haya sido una laguna. Esperemos que funcione el bordo”, dijo.

Adriana Fajardo, coordinadora regional de post-venta de la constructora, informó a El Diario que, efectivamente, la compañía había garantizado a los compradores que la zona está totalmente libre de riesgos de inundaciones.

“Cien por ciento, porque tenemos una infraestructura muy grande para lo que es el drenaje y los pozos de absorción; entonces, no hay opción de que se inunde, y nuestros niveles de vivienda están por encima del ras del suelo”, dijo Fajardo.

El optimismo tanto de la inquilina como de la constructora, sin embargo, contrasta con la previsión que se desprende de la documentación oficial y reta la experiencia de años pasados, en los que ninguna de las obras ha sido suficiente para evitar que el agua cobre su nivel en esa zona.

“El riesgo está, se ha minimizado hasta el punto de que el agua se quedará al poniente del bordo, pero el problema es que nos caiga una lluvia mayor a la capacidad”, advirtió Sánchez Soledad, también coordinador de la comisión edilicia de protección civil.

La inversión hecha por el gobierno municipal este año, agregó, es apenas un 20 por ciento de lo requerido, ya que hace falta todavía un dique adicional de hasta 40 hectáreas con un costo de cien millones de pesos.

“Esto no es suficiente. Ha minimizado el riesgo y ha estado funcionando, pero por las cuestiones climatológicas tan inestables, los técnicos nos recomiendan aumentar la capacidad y nos dicen que esto no es todavía suficiente, que se avanzó pero no es suficiente”, dijo el regidor panista.

 

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