Remueven arsénico del agua con una planta

28 agosto 2009

27 de agosto de 2009
Fuente: La Jornada

De acuerdo con el maestro Mario Alberto Olmos Márquez, especialista del Centro de Investigación en Materiales Avanzados (CIMAV), en el estado prácticamente toda el agua destinada a consumo humano se extrae del subsuelo. El problema es que dicho líquido contiene elevadas concentraciones de arsénico, elemento que puede ocasionar cáncer de consumirse en grandes cantidades y por tiempo prolongado. 

Para potabilizar el líquido, el gobierno estatal instaló hace algunos años plantas de osmosis inversa, las cuales del volumen total de agua que tratan desechan prácticamente la mitad, pues en ella queda concentrado el arsénico. 

A fin de evitar que tal cantidad de líquido con altas concentraciones de arsénico contamine el suelo y constituya un peligro para la población, los investigadores del CIMAV proponen construir humedales en los que se siembre la eleocharis macrostachya, y con ellos tratar el agua de rechazo para aprovecharla. 

“Hemos hecho experimentos con esta planta a nivel de laboratorio y en el invernadero sometiéndola a diferentes concentraciones de arsénico para conocer su eficiencia de remoción. Empezamos a trabajar con concentraciones por encima del límite máximo permitido en el agua potable, que de acuerdo con la NOM 127 SSA es de 25 microgramos por litro (partes por billón); trabajamos con 50 partes y hasta con 500 partes por billón, y tuvimos una eficiencia de remoción superior al 90 por ciento”, comentó Olmos Márquez. 

Después de ser sometida a tales niveles de arsénico, los cuales normalmente matarían a cualquier ser vivo, “la planta no se ha visto afectada, se reproduce perfectamente y crece con normalidad”, manifestó el investigador. 

Además de evaluar la planta de manera individual, su capacidad para remover arsénico también ha sido medida en combinación con el humedal, ya que de acuerdo con las investigaciones, al tener como soporte arena de río, la zona de plantación permite el flujo rápido del agua hacia las raíces de la eleocharis macrostachya, lo que ayuda a una absorción más rápida. 

El tipo de humedal que los investigadores del CIMAV proponen construir es subsuperficial; es decir, el agua se inyecta desde abajo y comienza a subir por la arena hasta llegar a la raíz de la eleocharis macrostachya, en donde la planta almacena el arsénico. 

La planta absorbe el arsénico a través de la raíz, pero no lo deja pasar al tallo o parte aérea de la planta. Por lo que si algún animal pasta en el humedal no existe el riesgo de envenenamiento, pues el contaminante se queda en la raíz. Esto permite que el arsénico no se incorpore a la cadena trófica (alimenticia). 

De acuerdo con el doctor Mario Alberto Olmos Márquez, el suelo también remueve una cierta cantidad del material. “En la interacción suelo-raíz se dan muchas reacciones complejas que ayudan a que el arsénico sea removido. De hecho, se estima que la planta absorbe en sus raíces 82 por ciento del material contaminante y el resto es removido por la arena”.

Si el sistema de humedales fuera llevado a la práctica, el agua que desechan las plantas de osmosis en el estado de Chihuahua podría ser reutilizada en tareas como el riego o con fines recreativos”, concluyó el especialista del CIMAV.

 

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