Debido a la intensa sequía el campo de Altamira está en situación crítica, pues se dejaron de sembrar 10 mil hectáreas, la producción de leche bajó 80 por ciento, lo que provocó que se retiraran el 50 por ciento de los productores, y están en riesgo 1,800 cabezas de ganado.

Ese es el panorama general del municipio de Altamira, rendido en el Pleno Agrario, que sostuvieron el martes por la mañana los 49 comisariados ejidales, con el director de Desarrollo Rural, el líder de la Confederación Nacional Campesina, y el secretario ejecutivo del Ayuntamiento, Oscar Lacio.

Ahí el secretario general de la Ganadera Local Social, José Luis Padrón, dijo que la producción de leche, en ejidos como Mariano Matamoros, bajó hasta un 80 por ciento, pues no hay pasto para que las vacas se alimenten. La situación provocó que el 50 por ciento de los 300 productores que había se retiraran del ramo, por ello se prevé un alza en los lácteos en la zona sur.

“Si la sequía continúa y el zacate no crece la situación se agravará y aumentarán los precios de la leche por las empresas pasteurizadoras, ante el desabasto de lácteo en la zona, pues se está dificultando la distribución de esta materia a Tampico, Aldama y otros lugares”.

Mientras tanto el líder local de la Confederación Nacional Campesina, Enrique Báez, explicó que aún no hay mortandad de ganado, sin embargo están en riesgo 1,800 cabezas de ganado, pues no hay pasto suficiente para alimentarlas, y hasta el momento los productores han tenido que comprar pacas.

Sin embargo se prevé que las vacas no lleguen a los 400 kilos, al momento de ser vendidas, es por ello que cada productor podría estar perdiendo hasta 1,500 pesos por animal.

Asimismo habló sobre el retrazo que existe en los apoyos que provienen del Gobierno Federal, que en muchas ocasiones llegan después de que los productores realizaron las acciones de prevención para sus cultivos.

De igual forma explicó que tan sólo en el sector social, es decir los ejidatarios, se dejaron de sembrar 10 mil hectáreas por falta de humedad, lo que significa que en este ciclo no habrá ganancias.

La situación del campo en Altamira es tan difícil que el 35 por ciento de los productores de Altamira no están interesados en sembrar, y han decidido rentar sus predios, en más de 900 pesos la hectárea.

El jefe del Centro de Atención para el Desarrollo Rural (Cader), Guillermo Aréchiga, dijo que de acuerdo con los últimos formatos para la solicitud del Procampo, se notó que una parte importante de los productores locales no se encuentran interesados en trabajar sus tierras.