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Cumple 10 años la Unidad de Química en Sisal, Yucatán (Gaceta UNAM)

08 noviembre 2017

6 de noviembre de 2017
Fuente: Gaceta Digital UNAM
Nota: Gaceta Digital UNAM

Sisal, Yucatán.– La Facultad de Química (FQ) cumplió un ciclo en su historia al conmemorar el décimo aniversario de su Unidad de Química en este puerto, uno de sus dos polos de investigación foráneos, reconocido nacional e internacionalmente por sus contribuciones al conocimiento y desarrollo sustentable de las zonas costeras de México.

Como parte de los festejos, el director de la Facultad, Jorge Vázquez Ramos, participó en el coloquio La Unidad de Química en Sisal: una Mirada Retrospectiva a Diez Años de su Fundación y, además, inauguró el Laboratorio de Ecotoxicología y Ecología Microbiana. Así se amplió a cinco el número de laboratorios con que cuenta la Facultad en Yucatán, de los que tres se ubican en Sisal y dos más en el Parque Científico Tecnológico.

La coordinadora de la Unidad, Gabriela Rodríguez Fuentes, explicó que las principales líneas de investigación que se realizan son: productos naturales marinos, que consiste en identificar productos naturales de fuentes marinas con potencial farmacológico o industrial, y ciencias ambientales costeras, que estudia la presencia, el movimiento y el efecto de contaminantes (plaguicidas, hidrocarburos y metales) en diversos componentes bióticos (seres vivos presentes en un ecosistema, incluido el hombre) y abióticos (agua, sedimento y suelo) de los sistemas costeros.

Precisó que en la sede del Parque Científico funcionan, además, los laboratorios de Análisis de Isótopos Estables, encabezado por Santiago Capella Vizcaíno, con servicios de calidad en el análisis de la razón de los isótopos estables de los elementos ligeros para la investigación y las actividades productivas y de servicios, y de Genómica de la Diabetes, grupo que lleva varios años investigando el fondo genético de susceptibilidad a ese mal en comunidades indígenas mayas.

Voces

En el encuentro, Flor Árcega Cabrera, quien ha realizado estudios de geoquímica ambiental y contaminación, aseveró que en Yucatán hay un problema de agua y suelo que ha llegado a las personas. Indicó que se han encontrado en niños concentraciones de metales como cadmio, cromo, mercurio, cobre y arsénico que rebasan los valores recomendados.

Puntualizó que en diversos estudios se encontró arsénico en la orina y la sangre de pequeños de la zona de Mérida. Árcega Cabrera mencionó, además, que el arsénico se libera vía la industria avícola, mediante las heces de los pollos. Por otra parte, el mercurio se asocia con el agua para tomar y cocinar.

Sergio Rodríguez Morales reportó las siguientes líneas de investigación: la primera relacionada con el uso de bloqueadores solares utilizados por el turismo y cómo contaminan los cenotes; la segunda se enfoca en la búsqueda de moléculas antiparasitarias presentes en organismos marinos endémicos de la costa yucateca, y una más relativa al estudio de los neuropéptidos en la saliva del pulpo Octopus maya, para su posible empleo en la enfermedad de Alzheimer.

Posteriormente, Gabriela Rodríguez Fuentes habló sobre el caso de los guayacones yucatecos, peces que resultan útiles como organismos bioindicadores en estudios de biomonitoreo para cuerpos de agua de Yucatán; es decir, son bioindicadores de la contaminación en cenotes de esa entidad, sea por plaguicidas, metales en agua o sedimento.

Marta Menjívar trató el tema de la genómica de la diabetes en los mayas. Reveló dos datos de reciente publicación: aquellos genes que codifican para enzimas que depuran los fármacos no funcionan adecuadamente en los indígenas de la zona maya; es decir, los mayas depuran lentamente los medicamentos comunes para tratar esta afección y esto les ocasiona malestar.

Se encontró en once grupos indígenas una alta prevalencia de polimorfismos asociados con la diabetes en la población maya. En niños encuestados para el estudio, por ejemplo, 50 por ciento tiene síndrome metabólico, que es la antesala de la diabetes.

Finalmente, Alejandra Prieto Davó se refirió a la ecología química y la metagenómica para el descubrimiento de productos naturales marinos.