Discuten sustentabilidad del agua

15 noviembre 2007
Ciudad de México  (15 de noviembre de 2007).- El paradigma actual de gestión del agua es no-sostenible y la clave de un desarrollo más sustentable se encuentra en el equilibrio que se logre entre su uso social, económico y ambiental, inserto hoy en un mundo cada vez más desigual y complejo.

Así lo considera el mexicano Eduardo Mestre, quien preside la Tribuna del Agua, principal instrumento ideológico de la Expo Zaragoza 2008, encuentro internacional que reunirá durante 3 meses a 100 países en España para proponer soluciones a la encrucijada futura del desarrollo sustentable de este recurso.

En este contexto, dice Mestre, ya no es tiempo de hacer diagnósticos, sino de proponer soluciones.

El problema con la gestión sustentable, enfatiza, es que pese a que el agua se cita una y otra vez como el tema del siglo 21, "no acaba de aterrizarse en la agenda de prioridades políticas".

"(Esto ocurre) porque la sociedad no tiene clara la importancia que reviste el agua para nuestra vida y para la de las siguientes generaciones", señala.

El eje de la tecnología, dice Mestre, es uno de los fundamentales y menos atendidos en México, donde la inversión en este campo en materia de ciencia ha disminuido, pese a los problemas cada vez más graves asociados al manejo del recurso hídrico.

Por dar sólo un ejemplo, según el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), en el País se hace un uso tan ineficiente del agua dulce que en las zonas urbanas se tiene una pérdida promedio del 40 por ciento del agua que se extrae de las fuentes de captación, mientras que en los distritos de riego se pierde del orden del 60 por ciento.

Y es que, según relata Mestre, aunque la ciencia en materia hídrica avanza lento en México y en América Latina por los bajos niveles de inversión —60 por ciento menor que hace una década, en ciencia y tecnología destinada para recursos de agua y desarrollo ambiental—, su aplicación está aún más retrasada.

"La ciencia y la tecnología avanzan a más velocidad que nuestra capacidad de ponerla en práctica", resume.

En México, la tasa de inversión en materia de agua de 1981 al 2006 no sólo no aumentó, sino que decreció, pasando del 0.45 del Producto Interno Bruto (PIB) al 0.29 actual.

Mientras, los países desarrollados siguen invirtiendo por encima del 0.5 por ciento del PIB en agua potable.

"Pero es una verdad incontestable que necesitamos hacer que la ciencia y la tecnología tengan más apoyo para que los tomadores de decisiones hagan más caso a los avances que ya contamos para que se apliquen", dice el experto en la planificación de recursos hídricos.

"En lugar de importar tecnologías de plantas de tratamiento de aguas residuales sumamente complicadas, por ejemplo, que no se pueden después operar en la práctica, hay que irnos a tecnologías más simples y de menor costo".

Para muestra, un botón

El IMTA, brazo científico-tecnológico en materia de agua en México, hizo público este año su Plan Estratégico Institucional 2007 2012, en el que señala "la necesidad de contar con un programa de investigación y desarrollo tecnológico del sector hidráulico".

Y es que, según el propio IMTA, y en coincidencia con Mestre, es urgente la aplicación de los conocimientos que ya se tienen en materia hidráulica, aunque hace notar el retraso que ya existe.

"La producción de patentes y desarrollos tecnológicos nacionales aprovechables es muy escasa, lo que genera dependencia tecnológica y una falta de integración, cooperación, colaboración entre los usuarios, empresarios y fabricantes del sector, y las instituciones tecnológicas", se lee en el documento.

Como meta, antes de que termine este sexenio el IMTA se ha propuesto lograr una mayor independencia al buscar convertirse en Centro Público de Investigación, con lo que pasaría a ser parte del sistema de investigación del Conacyt, en lugar del status actual que guarda como órgano dependiente de la Comisión Nacional del Agua (CNA), que a su vez forma parte de Semarnat.

Para Mestre, la experiencia de la comunidad científica que represente a México en la Expo Zaragoza en el 2008 servirá para tomar conciencia de los aciertos y aportaciones que el País tenga que hacer en materia de agua —recordando que México fue el anfitrión del IV Foro Mundial del Agua—, así como para discutir los retos a futuro.

"(Con la Expo) vamos a crear un fuerte y rico acervo de soluciones para los distintos problemas del mundo en términos de agua y lo vamos a poder compartir ese contenedor que tenga en su interior este destilado de las grandes ideas, de las grandes soluciones, de las lecciones aprendidas, de las experiencias replicables de las buenas prácticas y de las recomendaciones concretas que tenemos para resolver problemas.

"(Con la Expo) vamos a crear un fuerte y rico acervo de soluciones para los distintos problemas del mundo en términos de agua y vamos a poder compartir el destilado de las grandes ideas, de las grandes soluciones, de las lecciones aprendidas y de las recomendaciones concretas que tenemos para resolver problemas", asegura.

Por: Cecilia Rosen
Fuente: Reforma
 
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