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Gobernanza: enfoque para una nueva gestión del agua

30 enero 2018

El agua es un elemento clave en el desarrollo de cualquier país. Este recurso atraviesa todas las actividades que realizamos como sociedad; es un recurso indispensable.

En México la visión que prevalece para la gestión y el manejo del agua, tiene como eje atender grandes “objetivos” nacionales y ha soslayando los requerimientos que, en lo inmediato afectan a la sociedad. Se privilegia la construcción de grandes obras de infraestructura, el abasto de agua hacia las grandes metrópolis y la concesión de enormes volúmenes para la ejecución de proyectos altamente impactantes como la minería y el fracking.

Esta política, alejada de las personas y del enfoque de cuenca como marco de planeación, tiene efectos que se manifiestan más claramente en el ámbito local; genera un sin número de conflictos socioeconómicos y claramente provoca problemas de contaminación, sobreexplotación y escasez.

Para lograr una verdadera transición democrática en México es fundamental establecer mecanismos de participación en los que, desde su percepción de los problemas y la realidad, la sociedad sea parte activa de la toma de decisiones y de su implementación, es decir esquemas de gobernanza.

Algunos autores han definido la gobernanza como:

“Las interacciones y acuerdos entre gobernantes y gobernados, para generar oportunidades y solucionar los problemas de los ciudadanos, y para construir las instituciones y normas necesarias para generar esos cambios”

En materia de gestión integral y sustentable del agua, se trata ahora de impulsar esquemas en los que las personas sean corresponsables en el diseño e implementación de las políticas públicas y ejerzan sus derechos.

El reto gubernamental es abrir espacios permanentes y vinculantes de participación, mientras que el de los ciudadanos es ocupar dichos espacios para expresar ideas e incidir en la toma de decisiones; estar bien informados es indispensable para lograrlo. Asimismo, es necesario una nueva visión en la que el enfoque de cuenca y la conservación de los ecosistemas, sean considerados como eje.

El agua es un derecho, pero la responsabilidad de su gestión y manejo, es cosa de todos.